Por: Jacobo Solano Cerchiaro
Los recientes acontecimientos en el partido de la U demuestran que es un partido sin ideología definida y está integrado por sectores que se juntaron en torno a la popularidad del ex presidente Álvaro Uribe, por pura casualidad. La crisis es a nivel nacional y Santos, quien fue elegido por esta colectividad, más parece un liberal de antaño, que un militante del partido que lo avaló. Armando Benedetti lo anticipó al pedirle la renuncia a Juan Lozano, que ha sido incapaz de sortear la feria de los avales para la próxima elección y el caso de la alcaldía de Bogotá, donde no tienen un candidato, se han recostado a la imagen de Enrique Peñaloza, evidenciando falta de liderazgo y poca interpretación de la realidad capitalina.
En el César, el asunto es aún más patético, no han logrado ponerse de acuerdo en varios meses y muchas reuniones, las cuales se han convertido en galleras de la más baja estofa, promovidas por el Doctor Alfonso Mattos, un interfecto político que se mueve de acuerdo a sus conveniencias; nació en el partido conservador, luego militó en Alas y cuando la casa Araujo naufragó, saltó sin despeinarse a la U; sin ser directorista, ha convertido esta colectividad en un campo de batalla, atacando a todos los bloques existentes para imponer sus condiciones: primero la emprendió contra el ex alcalde Ava Carvajal, en una destemplada discusión con Gustavo Cabas, quejándose porque su sobrina, Carmen Cecilia, perdió la elección interna; luego se fue a Bogotá, y como el estudiante que todo lo soluciona acusando, logró que la directiva fuera de tres y la incluyó.
Pero el espectáculo más grotesco se presentó la semana pasada cuando iban a definir el aval, gritó y descalificó a todos los aspirantes como el más implacable juez de la inquisición, con términos desobligantes que dejan en entre dicho su educación, incluso a uno de ellos lo atacó por pobre, dejando de lado que puedan removerle sus errores del pasado; además favoreciendo a José Eliecer Salazar, el candidato de sus afectos, para organizar su ajedrez político y buscar una futura unión con Arturo Calderón, lo que de carambola reorganizaría a todos los militantes de Alas, que pretenden derrotar al gobernador en cabeza de Rubén Darío Carrillo y recobrar el poder.
Si ese dedazo se da, la U se divide y pierden todos, lo más justo sería la encuesta, que a estas alturas es una salida tardía, pero salomónica, en la cual pueden salir victoriosos otros candidatos que aunque tienen mejor trabajo no son de los apegos del Dr. Mattos, quien ha montado esta comedia en complicidad con la senadora Piedad Zucardi, quien le está haciendo un daño inmenso al César.
Lo innegable es que el tiempo avanza, y con todas estas discusiones estériles, la U está perdiendo terreno ante otros candidatos que están trabajando y que cada día visitan y hacen compromisos, todo por culpa de la ambición politiquera de unos pocos.
Estocada: Quiero hacer claridad en la columna anterior mencioné a la Multinacional Drummond como responsable de la desviación del Rio Calenturitas, en aras de la verdad debo rectificar: las empresas responsables de tal catástrofe son Prodeco y Glencore.
Twitter:@JACOBOSOLANOC