Laura* de 16 años, cree encontrar a su chico ideal en redes sociales. Durante meses conversaba a cerca de sus gustos, películas favoritas, ropa y color preferido, entre otros temas.
Este tipo de conversaciones fueron generando un vínculo entre la joven y su “amor” o Juan*, a quien nunca había visto personalmente. Poco a poco la persona que estaba detrás de la pantalla, su ‘novio cibernético’, empezó a solicitarle fotos y videos en donde pudiera contemplar sus atributos físicos.
La joven encantada por el buen trato y los halagos que recibía de Juan accedió a su petición. Fotos iban y venían, de su rostro, de su abdomen incluso de sus partes íntimas.
Cuando Laura decide proponerle a Juan un encuentro personal, este empieza a sacar excusas como falta de dinero, de tiempo y problemas de salud. Motivo por el cual ella empezó a disminuir los encuentros virtuales con el chico.
Un día, Laura recibió un mensaje en el que Juan le exigía una suma de dinero a cambio de no revelar las fotos semidesnudas a sus padres y familiares. Consternada con la situación le comentó a su hermana, quien le aconseja llevar el caso hasta las últimas consecuencias ante las autoridades porque eso era una extorsión.
Casos como el de Laura se presentan cada día más seguido. Se han denominado a estos como sexting, grooming o pornovenganza, prácticas hasta hace poco desconocidas que tienen como víctimas a mujeres y adolescentes usuarios de las redes sociales.
Sin embargo, en lo que compete a Valledupar, estas prácticas son poco reveladas por sus víctimas. Cifras entregadas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar regional Cesar, señalan que en lo que va trascurrido del año, solo dos casos se han denunciado y, en el Gaula de la Policía Nacional reposan tan solo cuatro casos hasta la fecha.
“En el trascurso de este año, formalmente denuncias tenemos registradas cuatro. Denominados casos de extorsión en su modalidad íntima, donde la mayoría de las víctimas son las mujeres”, indicó una fuente del Gaula de la Policía.
Agregó que estos casos se presentan cuando el victimario no es conocido por su víctima de forma presencial y cuando si lo es.
“En uno de los casos denunciados victimario y víctima tuvieron una relación cercana, por razones desconocidas para la Policía se separaron y las fotos que quedaron de esta relación sirvieron como herramienta para amenazar a su pareja donde aseguraba que se iban a publicar en redes sociales”, explicó.
Marcela* de 24 años, que pidió omitir su apellido por seguridad, retrata bien el drama de las personas que luego de los juegos pasionales terminan siendo víctimas de extorsión.
“Empecé una relación con una persona que vivía en México y fuimos novios a distancia. Nos enviábamos fotos en ropa interior. Después se convirtió en una persona que yo desconocía y amenazó con enviar las fotos a mis papás. Hace dos meses volvió a escribirme y me pidió un millón de pesos a cambio de no mandar las fotos. Lo denuncié en la Fiscalía, pero me dijeron que no me podían ayudar porque el victimario se encontraba en otro país”, relató la joven, que hoy pide a las mujeres tener mucho cuidado con quienes conversan a través de las redes.
Nuevos términos del crimen
Conforme avanza la tecnología también se amplía el léxico del delito. Para los policías dedicados a investigas los delitos cibernéticos ya son comunes términos como grooming, que es la obtención de grabaciones íntimas de niños con fines pornográficos, el sexting, que denomina el intercambio de fotos de contenido sexual por celulares que puede derivar en extorsión o la pornovenganza un método de represalia por traición o ruptura amorosa que consiste en difundir imágenes íntimas de una persona sin su consentimiento.
En Colombia ya se castigó con cárcel el primer caso de extorsión sexual a través de Facebook en junio de 2012 por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. En esta, un hombre fue encontrado culpable de haberle solicitado dinero y relaciones sexuales a una mujer, a cambio de no subir videos, fotos y montajes pornográficos suyos a Internet.
Nancy Castro, defensora de familia del Bienestar Familiar en el Cesar, cree que el fenómeno se origina en parte en los usos recreativos asociados a las nuevas tecnologías.
“Si hay algo en lo que el ser humano es promiscuo es con sus dispositivos (electrónicos) y en el acceso a redes sociales”, afirmó la funcionaria.
Cuando las autoridades conocen del caso de un menor que es víctima de sexting y de otras prácticas que vulneran sus derechos, inicia un proceso con la apertura de la investigación administrativa que maneja el ICBF para trabajar directamente con la víctima. Luego se realiza una valoración integral con el equipo interdisciplinario que está compuesto por un defensor de familia, un psicólogo, un trabajador social y un nutricionista. “Se emite el concepto inicial y después se abre la investigación de restablecimiento de derecho. Se ordenan las pruebas a Medicina Legal si es el caso, para la valoración psicológica, estudio familiar y dictan una medida de protección para rescatar al niño, alejarlo del problema y llevarlo a un lugar donde esté protegido”, explicó la defensora.
¿El sexting genera daños psicológicos?
Es importante conocer todos los puntos de vista en torno a este creciente problema y según profesionales, la exposición de los niños a este tipo de contenidos les puede generar problemas psicológicos.
“Son varias las afecciones psicológicas que se podrían desencadenar a causa de este tipo de prácticas, pero si puntualmente hablamos de que los niños estén expuestos a este tipo de material erótico, debemos tener en cuenta las edades, toda vez que en edades tempranas, primera infancia y los primeros años de la infancia, los niños no cuentan con la capacidad de interpretar este tipo de contenidos. Lo que puede llevarlos a la confusión, y a la imitación teniendo en cuenta que aunque son seres sexuados, no experimentan su sexualidad desde la genitalidad como medida de obtención de placer” dijo Mohamed Hay, psicólogo clínico.
Según el especialista, con estas prácticas eróticas aumenta la posibilidad de despertar en los menores inquietudes que no van acorde a sus edades, lo cual es un factor de riesgo para que se conviertan en víctimas de abuso sexual.
“Aunque no se encuentre comprobado, la posibilidad de que sientan una curiosidad exacerbada por los contenidos pornográficos, que puedan llegar a contribuir al desarrollo de parafilias (enfermedades sexuales), a la práctica temprana de la masturbación o un desorden de masturbación compulsiva”, agregó.
PUNTOS DE VISTA
Candy Diazgranados.
A nivel personal no estoy de acuerdo con el envío de imágenes sugestivas por medio de redes sociales ya que esto siempre se presta para malos entendidos, además la expareja puede usar este tipo de imágenes en contra de la otra persona, viéndose afectada la imagen de la víctima.
Michel Rivera.
Me parece que es algo que se debe dar entre personas que se conozcan mucho y se tengan mucha confianza para evitar que posteriormente sean extorsionadas, es una forma de tener sexo, cada quien lo hace como quiere. A unos les gusta el sadomasoquismo y a otros por imagen.
Yuli Liñán.
Hay que ser muy precavidas y darnos lugar como mujeres integras, no deberíamos caer en esto. Lastimosamente hay mujeres que con palabras bonitas caen fácilmente.
El sexting puede generar problemas relacionados con la privacidad o el derecho a la propia imagen, con el ciberbullying, con el ciberacoso sexual e incluso con la sextorsión.
*Nombres cambiados por respeto a la privacidad de las víctimas.
Por Jennifer Polo /EL PILÓN