Al caos vehicular que hoy se vive en Valledupar debido al aumento desmedido de carros y motocicletas circulando en las calles de la ciudad, más las vías en mal estado, se le suma otra perla, como son las señales de tránsito en mal estado.
De manera amplia se ha documentado en las páginas de este Diario, la debilidad de la ciudad en cuanto a señales informativas, reglamentarias e informativas de tránsito se refiere. Por eso en cumplimiento de la responsabilidad social de los medios de comunicación, se le hace el llamado a la Administración Municipal para que atienda este sentir ciudadano, a través de sus Secretarías de Tránsito y Planeación, que finalmente son las que tienen bajo su responsabilidad este asunto, así exista una Concesión que tiene entre sus obligaciones el mantenimiento de las señales de tránsito, como es Amoblamiento Urbano. El seguimiento y el direccionamiento que hagan al respecto es vital para solucionar el problema.
En las vías del centro de la ciudad se observan varios casos de señales deterioradas, incluso confusas, porque en vez de informar, desinforman. Pero si esto pasa en la zona céntrica, por donde pasan con frecuencia las autoridades, que queda para los barrios de la ciudad, donde los ‘Pare’ ni siquiera se pueden ver porque los árboles los tapan, ocasionando esta situación múltiples accidentes o en el peor de los casos no está instalada la señal.
A la Secretaría de Tránsito de Valledupar le corresponde planear, dirigir, organizar, vigilar y controlar las actividades, planes, programas y proyectos de tránsito y transportes, transporte público, regulación del tránsito y educación vial en el municipio, cumplir y hacer cumplir las disposiciones y normas legales vigentes, velar por su estricto cumplimiento e imponer las sanciones a los contraventores. Lo cual significa que además de coadyuvar a que las señales estén en buen estado, también es de su resorte el buen funcionamiento de los semáforos, que ahora que ya caducó la Concesión de Tránsito, le corresponde esa responsabilidad.
La Secretaría de Tránsito de Valledupar ha bajado el perfil y no se ve tan activa como el año pasado, cuando restringió el parqueo en la zona céntrica, y de manera ‘militar’ hacía cumplir las medidas. Hoy se ve un centro desordenado, con carros parqueados a cada lado de la acera, las motos transitando por doquier, sin ningún control. En fin, la transformación de las pequeñas cosas es la clave para que Valledupar luzca más ordenada, dando buena impresión a los visitantes y a sus pobladores un motivo más para quererla y cuidarla.