X

Semana Santa sin firma en la Habana

No sé si la fecha del 23 de marzo, día santo para firmar los acuerdos de paz fue calculada o una mera coincidencia.

La agenda de Obama se selló para ese mismo día lo que sugiere que las fotos del evento estaban preparadas. Es curioso que el acuerdo de Belfast, en Irlanda, se firmó un viernes santo buscando, quizás, darle un halo de divinidad a una guerra entre católicos y protestantes. Pero la guerra nuestra no es religiosa sino política, las FARC, no nos digamos mentiras, buscan un cambio de modelo económico así Santos, el presidente, diga que eso no está en discusión. No creo que duren más de tres años discutiendo cómo van a desmovilizarse; ellos saben que la lucha armada no es el método ideal y que no tienen posibilidades de cambiar el modelo, buscan una retirada digna y segura; es entendible. El cambio de modelo ha estado en el tapete desde antes que nacieran las FARC, este no es invento de este grupo, hace 70 años ya Gaitán lo planteaba.

También clamaron por eso Pardo Leal, Jaramillo Ossa, Pizarro e incluso Galán. Pero ese es el Santo Grial del Estado: no tocar. Colombia es un sepulcro blanqueado que adentro añeja siglos de desgracia e injusticias. Nuestro modelo es caníbal, vive de la miseria y del dolor del ciudadano de a pie; somos uno de los países más desiguales del mundo, el nuestro es un Estado fallido pese a sus riquezas y posición geográfica y parezcamos una democracia.

El centralismo es asfixiante, el voto por la autonomía caribe fue escamoteado, la constitución del 91 ha sido castrada, la plutocracia reinante es una escuela de corrupción, cada día los pobres crecen en número y son más pobres y los ricos bajan en número pero son más ricos. Los enemigos de la paz, cuyo negocio es la guerra, están preparando sus cuarteles, aparentemente abandonados; las amenazas y muertes a los defensores de sus tierras y de los derechos humanos están en marcha; ya son varios los caídos durante el año, incluso miembros de la Policía Nacional. Luego, en Cuba sí hay mucho por discutir. ¿Cuál es el afán? Ahora entiendo por qué la delegación de las FARC en la Habana tiene miedo; lo ideal es que se desarmen pero mientras el adversario sigue en poder de las armas, del narcotráfico y con capacidad de infiltración institucional, confinarse con un escapulario es propiciar una réplica de la UP. Es una lástima que así baje el agua al molino, el riesgo de fracasar en esta aproximación es enorme. Ahora estoy entendiendo por qué las FARC piden una constituyente, este país está en cuidados intensivos y necesita una alta cirugía.

Categories: Columnista
Luis_Napoleon_de_Armas_P.: