Escribo estas líneas un tanto melancólico, enguayabado, pero con la satisfacción del deber social cumplido. Esta columna es muy distinta a las que anteriormente he escrito, en esta ocasión no ahondaré en temas como salud, educación, agua potable, saneamiento básico, movilidad, seguridad, productividad, transporte público, mejor dicho, en temas de ciudad, como siempre solía hacerlo, esta vez me dirijo a mis lectores, sean pocos o muchos, para decirles hasta luego y agradecerles la gratitud de sus lecturas y comentarios, fue un buen tiempo de mucho aprendizaje.
Comencé a dedicarme a la escritura muy joven, a los 16 años ya daba mis primeros pasos. Mi primera casa fue el portal web ‘El País Vallenato’, mi apreciada Taryn Escalona le abrió las puertas a aquel joven novato e inquieto. Posteriormente, y después de tanta insistencia de mi parte, conseguí llegar como columnista invitado a las páginas del periódico más querido por los vallenatos, el diario El Pilón, aquel 23 de marzo de 2015 jamás lo olvidaré, no me hallaba de la felicidad cuando vi que mi columna había sido publicada, por ello todo mi agradecimiento para Ana María Ferrer, quien era la directora del diario e hizo posible que mi sueño fuese realidad; en esta casa editorial me formé, fueron más de cuatro años de muchas letras y opinión, más de 90 columnas, maduré como ciudadano, asimilé respetar la opinión del otro y a convivir en medio de las diferencias, aprendí a observar y a reflexionar acerca de los panoramas políticos, sociales, económicos, culturales y administrativos de una manera distinta, criticando constructivamente, proponiendo
El periódico web Panorama Cultural también fue mi casa en los últimos meses, sólo tengo palabras de agradecimientos para Johari Gautier y todo su equipo de trabajo.
Son muchos los frutos que me ha dejado el periodismo de opinión. En el año 2018 marqué en el panel de opinión más importante del país implementado por la reconocida firma encuestadora Cifras y Conceptos como uno de los columnistas más leídos en el Departamento del Cesar, lo que en mi concepto refleja el esmero, la seriedad y el respeto con el que siempre procuré ejercer este oficio, fue esa la meta trazada; pude también entrar al mundo de la radio como panelista en el programa ‘Bienvenida la tarde’ de La Voz del Cañaguate con mi profesor y amigo Alberto Muñoz Peñalosa, al igual que en el noticiero del Sistema Cardenal con mi amigo Jairo Jiménez Fadul, siempre hablando de construcción de ciudad y territorio.
Hoy se suspende este ciclo en mi vida porque he decidido asumir el reto del servicio público, he postulado mi nombre como candidato al Concejo Municipal de Valledupar por el Partido Liberal Colombiano para las elecciones que se llevarán a cabo el próximo 27 de octubre del presente año. Mi propósito es pasar de las letras a la acción, llevar mis ideas de ciudad a espacios en los cuales puedan materializarse y contribuir a la construcción de una mejor Valledupar para todos.
Extrañaré estar en estas páginas, pero por políticas editoriales de El Pilón, por respeto a los demás candidatos, siendo equitativos, debo dar un paso al costado.
Siento que las posiciones que asumí desde los medios de comunicación debo llevarlas a escenarios en los cuales puedan influir en los procesos de progreso social y desarrollo económico de nuestro territorio. Estoy convencido que ha llegado el momento de servirle a mi tierra desde el sector público.
A mis lectores un abrazo, decirles que espero retomar y que no duden que yo: ¡Seguiré del lado de la gente!