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Sector Rural Disperso, la cenicienta

El DANE sigue suministrando, gota a gota, algunos de los resultados del censo 2018; esta vez nos entrega indicadores de la pobreza multidimensional en los centros poblados y rural disperso (CPRD) en los cuales vemos que somos dos Colombia, una llena de carros, edificios, parques y centros comerciales, la otra, la profunda, la que nadie ve pero que está allí y que pocos gobernantes se acuerdan de ella; tampoco la recuerdan cuando hacen sus rendiciones de cuenta.

A muchos no les gustan los artículos con cifras, incluso a algunos columnistas, pero si solo 100 lectores me leen y se convierten en multiplicadores de eta pedagogía, sabremos que poco a poco se hará más claridad acerca de los problemas de este segmento y se cuestionará a cerca de por qué no se resuelven.

Me referiré a cómo se encuentra Valledupar los CPRD, medida con los índices multidimensionales de pobreza, IPM, para los cuales el DANE toma 10 de las 15 variables que, normalmente, se consideran a nivel mundial. Cualquiera se imagina que Valledupar, por ser la capital del Cesar, la sede de todos los poderes, tiene los mejores indicadores que el resto de los municipios del departamento. No es así, es apenas el 10° mejor con 62.2% de hogares con privaciones en los CPRD.

Tomando en forma individual cada variable, encontramos lo siguiente: El analfabetismo para la población de 15 o más años es de 37%, siendo el 11° más alto entre estos municipios; en el sector rural disperso de nuestro municipio viven 58.281 personas que apenas representan el 11.89% de la población municipal, una de las más bajas dentro de los 24 municipios del departamento pero descuidada; somos más urbanos que rurales; de estas, 13.836 son analfabetas (censo), equivalentes al 23.74%; esta privación es la 15ª más alta entre las capitales de departamentos, respecto a su propia población. La inasistencia escolar es el 20.2%, la 2ª más alta después de Pueblo Bello, quien lo creyera.

En rezago escolar somos 10° con 29.2% de los hogares. En barrera de acceso a la salud, el 10.4% tiene esa privación, 2ª más alta después de Pueblo Bello. Sin afiliación en salud tenemos la 11ª más alta privación con 15.2% de esa población marginal. El 98.9% no tiene alcantarillado y es el 9° indicador más alto frente al resto de los municipios cesarenses.

En materiales inadecuados de pisos y paredes somos 12° y 5° más altos, con 42.4% y 5% respectivamente de las viviendas. El bajo logro educativo lo padece el 79.2% de la población mayor de 15 años, esto es, menos de 9 años de escolaridad. Por otro lado, el PAE no es un programa para mostrar, pese al respeto y consideración que merecen nuestros niños. Además, la región rural dispersa de Valledupar, carece de agua potable y vías terciarias.

El municipio tiene 215 Km de estas vías y solo el 8% está en buenas condiciones. Quizás no es por falta de dinero; el municipio ha ejecutado inversiones en el periodo pasado por, aproximadamente, 2.5 billones de pesos cuyo impacto no se ve en esa región. ¿Qué se hizo el dinero y dónde están los ladrones? Hay tiempo para reflexionar, el Mello Castro, nuestro alcalde, tiene una oportunidad magnífica para atender y reivindicar a esas gentes olvidadas que también son vallenatas. Se la dejo ahí.

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