Mientras la gente del mundo está hablando de inclusión, en Valledupar, la secretaría de educación, excluye y deja a la deriva a 19 niños sordos del municipio por falta de la implementación de una resolución que legalice las recomendaciones del Instituto Nacional de Sordos (Insor) para su escolaridad en la primaria.
Para la justicia divina esto es un pecado mortal, pero para la terrenal debería tener la protección de todos los organismos defensores de la niñez y de los estudiantes con discapacidad.
Es decir, a partir de hoy en Valledupar hay 19 niños sordos que no podrán lograr la escolaridad, porque la secretaría no ha reglamentado el trámite.
La delicada situación dista de hace 12 años, pero es ahora que estalla porque por orden del secretario de educación, el rector Freddy Ramos Martínez, del colegio José Eugenio Martínez, trasladó a la única maestra bilingüe que hay en la región a atender un salón con estudiantes oyentes en el CDV.
Es decir que los niños no podrán acceder a los contenidos programáticos y no podrán ser promovidos al bachillerato porque no tienen maestra bilingüe, solo estarán con ellos modelos lingüísticos que son los encargados de fortalecer la Lengua de Señas Colombiana.
Se tiene conocimiento que el primero de marzo hubo una segunda reunión del Insor y el equipo jurídico de la secretaría de educación, para reglamentar la implementación del salón de clases para los niños sordos de Valledupar (Modelo bilingüe bicultural, según el Decreto 1421 del 2017), pero como hecho insólito, la secretaría no ha acatado las recomendaciones del Insor.
Hay que destacar que el salón de clase para sordos en Valledupar es el único existente en la Costa Atlántica y uno de los tres en Colombia, en donde hay una Maestra Bilingüe en Lengua de Señas Colombiana, por eso es modelo, y tiene todo el respaldo del Ministerio de Educación y del Insor. Dicha población ha tenido una escolaridad pertinente e incluso ha pasado al bachillerato y se destaca que hace 4 años la mejor Icfes del colegio José Eugenio fue una estudiante sorda.
Los padres de familia y docentes no entienden por qué la secretaría no ha reglamentado el curso, si ya tiene las recomendaciones del Insor como organismo asesor del Ministerio de Educación. Sin embargo, lo que se plantea ahora es acabar con el curso y excluir a esos estudiantes con discapacidad auditiva.
Se advierte que dicha población no puede ser atendida en ninguna institución escolar por su diferenciación lingüística, sino por una maestra bilingüe y modelos lingüísticos en Lengua de Seña Colombiana, que solo tiene la institución sede CDV.
Esta anómala situación solo perjudica a los niños y a los padres de familia, porque los primeros verán truncadas sus aspiraciones de llegar al bachillerato y los segundos no lograrán darles educación a sus hijos.
Avergüenza, que teniendo en Valledupar a la única maestra bilingüe certificada por la Federación Nacional de Sordos (Fenascol) y el Instituto Nacional de Sordos Insor, la secretaría de educación no haga lo pertinente para corregir el problema. Seguramente, en otras ciudades como Bogotá, Medellín y Cali y en otros países como Francia y España la inclusión comienza por la educación y preferiblemente por los estudiantes con discapacidad.
Quedamos nosotros en Valledupar haciendo el ridículo frente a ciudades como Río Negro (Antioquia), con 9 estudiantes, que ya tiene implementada la educación bilingüe bicultural y la maestra que los atiende no tiene ninguna clase de problemas con el Sistema Integrado de Matrícula. (Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com @tiochiro.