Hemos insistido acerca del autocuidado, la prevención y el tomarse en serio las medidas biosanitarias para hacer frente a la pandemia del coronavirus que sigue cobrando vidas a nivel mundial y por supuesto en el país y en nuestra región.
Aquí las cifras no mienten, son públicas y cualquiera las puede consultar. En Colombia el Minsalud confirmó 6.311 nuevos contagios, 132 personas murieron a causa del virus que en total ha llevado a la tumba a 29.102 colombianos. También, da cuenta de la recuperación de 867.961 pacientes de un total de 965.883 contagiados en el país.
Si bien las medidas restrictivas como el aislamiento obligatorio que vivimos durante siete meses, los toques de queda, la ley seca, el pico y cédula y la movilidad reducida quedaron atrás, el contagio sigue avanzando y la muestra ya la explicamos en el párrafo anterior.
El departamento del Cesar con 23.708 casos, no sale aún del ranking de las 10 ciudades región que encabezan las cifras de contagio en Colombia. Es superado por Córdoba, Bolívar, Santander, Cundinamarca, Atlántico, Valle del Cauca; lógicamente Antioquia y encabeza Bogotá con 298.170 contagios.
En las últimas 24 horas 63 personas resultaron positivas para covid-19, una cifra que no debe relajarnos, pues se mantiene variable, teniendo en cuenta que hace 48 horas se informó de 275 nuevos casos para un total de 741 fallecidos incluidos los 16 del fin de semana y los 6 del reciente reporte.
Y hablando de ese reciente fin de semana, resultó escandalosa la actitud de la comunidad que se aglomeró sin contemplación en el balneario hurtado el domingo.
Personas de todas las edades incluidos bebés se aglomeraron a orillas del Guatapurí sin considerar prevención alguna, como si el coronavirus hubiese sido un sueño o una película de las que no dejan huella y rápidamente se olvidan.
Nada pueden hacer los representantes del Estado para salvaguardar a la comunidad, cuando es esta misma la que por un rato de esparcimiento hace a un lado el distanciamiento; para una enfermedad que ha demostrado como ya ocurrió en otras latitudes que puede repetir y que evidentemente es letal.
Si la indisciplina continúa el alcalde Mello Castro, tendrá toda la autoridad para decretar, si así lo considera, los cierres focalizados y, de contera, seguramente, el primer sector será el del balneario Hurtado, también se podrá aplicar al Centro de la ciudad, y sectores de alta rotación como la Nevada, entre otros.
Mientras ese panorama sombrío se prolonga queremos llamar la atención sobre un fenómeno sobre la enfermedad que se ha comprobado: el 35 % de los contagiados adolecen de trastornos síquicos, como la ansiedad, el pánico y la pérdida de perspectivas. En algunos casos se ha presentado una pérdida de concentración, más allá de la sintomática fatiga, y de memoria y de lenguaje. Esa situación se ha evidenciado en personas que han desarrollado la peste aún sin mostrar los síntomas tradicionales como fiebre, tos, decaimiento y pérdida de olfato, los llamados asintomáticos. Y se habla de las secuelas. Es una cara poco vista que nos exige mayor prevención y ¡no confiarnos!