El ser humano necesita motivaciones para vivir mejor, un pueblo motivado tiene mayores posibilidades de lograr grandes propósitos, esto aplica a todos los niveles del ámbito geográfico: desde el país, el departamento, el municipio, el barrio, la cuadra y el núcleo familiar donde interactúan las personas.
Esa condición aplica para todo, pero con mayor énfasis para las competencias deportivas, en especial para el fútbol por ser considerado un deporte de masas, de grandes multitudes y que requiere de buenos estados emocionales que se derivan desde todos los ángulos, donde resulta clave el público, las regiones y el aspecto cultural para lograr el punto de equilibrio entre lo deportivo y la mentalidad del deportista.
Con satisfacción registramos que, a través de nuestro periodista José Alejandro Martínez, EL PILÓN fue testigo de toda esa serie de aspectos que se vivieron este jueves frente a lo que significó el partido de la Selección Colombia frente a su similar de Venezuela en el inicio de la ronda eliminatoria para el Mundial de 2026.
Las vivencias de nuestro reportero, quien fue el único que en calidad de periodista de Valledupar asistió al Estadio Metropolitano de Barranquilla, dan cuenta de ese entusiasmo que, desde Valledupar hasta la capital del Atlántico, se vivió antes y durante el partido.
Fue significativa la cantidad de público vallenato asistente al estadio, pero en general, Barranquilla demostró una vez más que esa ciudad sigue siendo la casa natural de la Selección Colombia, de eso no quedan dudas y se desvirtúan de paso todos esos intentos de algunos dirigentes deportivos de otros sectores del país que han querido llevarse al equipo colombiano para otras ciudades como Bogotá o Medellín.
Por fortuna caribeña, todo resultó muy positivo, con un paréntesis de mucho agrado para EL PILÓN y para Valledupar como Capital Mundial del Vallenato: participación periodística de uno nuestro y ambientación musical con la inclusión de melodías vallenatas ante los miles de espectadores que ocuparon al Estadio Metropolitano.
En síntesis, desde lo futbolístico, lo cultural, el sentimiento, la pasión por el fútbol, entre otros aspectos, ratificaron a Barranquilla y la región como la sede principal de nuestra selección. Ese triunfo de Colombia ante Venezuela, sin importar el marcador 1 a 0, sino por todo lo que se vivió, nuevamente nos pone a soñar con el mundial.
Es evidente que en los jugadores de la escuadra colombiana hay talento, hay juventud y experiencia, pero lo más importante: hay motivación tanto en nuestros deportistas como en la afición, un pueblo que se vuelve a ilusionar pero que esta vez tiene sobradas razones para hacerlo. Eso fue lo que vivió y palpó nuestro reportero deportivo desde Valledupar hasta el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
Esperemos que ese fervor continúe para el próximo partido frente a la selección de Chile, encuentro previsto para el 12 de septiembre a partir de las 7:30 p.m. en Santiago de Chile. ¡Que no muera la ilusión por el Mundial!