Julio César Daza, es uno de los habitantes más antiguos de la urbanización Pasadena, ubicada en el barrio Los Ángeles. Él asegura que desde enero de este año la tranquilidad del sector se acabó con el inició de las obras de construcción de un centro comercial y un edificio de apartamentos; Unicentro y Multicentro, respectivamente.
“Tenemos el brazo de una grúa enorme encima de nuestras casas y solo pedimos que la ubiquen hacia al interior de la obra, porque si se llegara a caer puede ocasionar una tragedia”, así describe Julio lo que según él es apenas una perla del rosario de problemas que los aquejan.
Los camiones y demás maquinaria que se utilizan en la obra son otro dolor de cabeza para este afectado que solo pide a los responsables de la construcción ubicada en la diagonal 6 N°13-16, buscar la forma de mitigar el impacto ambiental.
“Hay contaminación auditiva, no podemos conciliar el sueño y además sacan con motobombas un agua podrida que tienen allí estancada”, sostuvo.
En ese mismo sentido se pronunció Rosalba Sierra, otra de las habitantes de Pasadena. “Hay agua que nos produce mosquitos, permanentemente están trabajando día y noche y nos interrumpen el sueño”.
Agregó que se les dificulta transitar en sus vehículos cuando los camiones cargados de concreto son parqueados en la calle.
Como consecuencia de esta situación los vecinos afirman que se les dificulta conseguir empleadas domésticas, porque ante el polvillo de tierra que llega a sus casas para mantenerlas limpias estas deben ser aseadas dos y tres veces al día.
No hay queja formal
El secretario de gobierno de Valledupar, Alfonso López Vásquez, dijo a EL PILÓN que no ha recibido queja o denuncia formal por parte de los habitantes de la urbanización Pasadena sobre las afectaciones que estaría ocasionándole la construcción que se adelanta en el sector.
Sin embargo, anunció que en el momento de recibirla le dará el trámite pertinente.
“Se le informará a cada entidad competente para que asuma la responsabilidad de lo que a cada quien le corresponda”, precisó el funcionario.
“Hay contaminación auditiva, no podemos conciliar el sueño y además sacan con motobombas un agua podrida que tienen allí estancada”: Julio César Daza.
Por Martín Elías Mendoza
martin.mendoza@elpilon.com