En sus doce años de ejercicio periodístico, la comunicadora social Herlency Gutiérrez ha ganado reconocimiento en su profesión.
Con momentos de angustia, pero también de satisfacción, la profesional de los medios de comunicación tiene un bagaje elogiable en su hoja de vida. Cubrir la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc y la visita del papa Francisco a Colombia, marcaron una experiencia que enriquece su formación.
En días recientes, la profesional de los medios de comunicación fue víctima de una amenaza de muerte; la segunda en su carrera. Herlency Gutiérrez habló con EL PILÓN para conocer detalles de lo que significa estar en la mira de los violentos que quieren callar la verdad.
¿Qué tan fácil y tan difícil es hacer periodismo en las regiones?
No es sencillo pero sí es posible. Resulta que hay quienes creen que las regiones tienen dueños y esos supuestos dueños con su poder político y financiero, pretenden amordazar la verdad. Y súmele a eso la existencia de personajes de diferentes sectores en busca de lo mismo. Afortunadamente todo queda en pretensiones porque la verdad no se puede silenciar. Se podrá silenciar a un periodista, pero no al periodismo.
¿Cómo actuar ante una amenaza por el ejercicio periodístico?
Mantener la calma para poder pensar claramente. Acudir al gremio de periodistas, exponerle lo ocurrido, no en busca de publicar lo sucedido sino más bien en busca del apoyo incondicional de un gremio que no se deja amedrentar ante la adversidad. Seguidamente los mismos compañeros, el Círculo de Periodistas, direccionarán todo hacia entidades como Fecolper, Flip, autoridades.
¿Cómo hacer periodismo de denuncia sin crear malestar entre los involucrados en la información?
¿Cómo hacerlo? ¡Con valor! Una de las mayores virtudes de un periodista es su valentía y esa debe ser la característica en el desarrollo de nuestra labor. Siempre habrá malestar, y de eso se trata, porque si hay malestar es muestra de que el ejercicio periodístico se está haciendo correctamente y de esta forma, quienes están haciendo las cosas mal saben que están al descubierto y que seguirán al descubierto hasta que no enmienden lo cometido.
¿Cómo afecta a la libertad de prensa cualquier amenaza a un comunicador?
Las amenazas desestabilizan al periodista y justamente esa es la finalidad. Lo que buscan es que el periodista piense una y otra vez si pone al descubierto o no alguna irregularidad o hecho de corrupción. ¿Sabe por qué lo pensará una y otra vez? No porque le falte algún elemento a su investigación periodística, sino porque prevé que su denuncia podría traer como consecuencia una amenazas en su contra o hacia el medio en que labora. Lo bello de este oficio es que ante el temor del periodista siempre prevalecerá su valor y publicará.
¿Hay respaldo por parte del Estado hacia cualquier periodista amenazado?
Respondo a título personal. En dos ocasiones fui amenazada y el Estado ha respondido prontamente, gracias al apoyo de entidades como el Círculo de Periodistas de Valledupar, Fecolper, Flip. Sin embargo, hay casos de compañeros de otras regiones que lamentan no contar con el respaldo suficiente.
¿Qué otros riesgos corre el periodista?
A través de redes se hace muy fácil insultar a los periodistas. En las redes parecen cavar un hoyo en el que pretenden enlodar y echar allí el buen nombre de los periodistas. Y esto en las regiones sí que es peligroso puesto que el comunicador de provincia anda a pie, en buseta, en mototaxi, y comentarios mal intencionados puede generar que el periodista quede en medio de discusiones de fanáticos de algunos sectores.
Otro riesgo es la diferencia que suele haber entre los dueños y gerentes de los medios de comunicación con la parte periodística, puesto que muchas veces para los administrativos el trabajo del periodista atenta contra sus intereses comerciales.
Además no hay pagos dignos. El salario del periodista en las regiones suele ser por medios de ‘cupos’ y esto aún sin intención puede comprometer la labor del periodista con algún tema comercial, es decir, en cualquier momento la noticia puede terminar siendo su propio cliente.
Su experiencia
Durante 7 años estuvo en la dirección de noticias de RCN Radio en el Cesar y dos años en la dirección de noticias de RCN Radio en Bolívar. También fue colaboradora en Valledupar en Noticias de Telecaribe y en Radio Reloj de Caracol.
“Fueron excelentes experiencias y estoy profundamente agradecida con estos medios por la confianza y la oportunidad brindada. La experiencia en Cartagena fue maravillosa. Estuve al frente del cubrimiento de la firma de la Paz entre Gobierno Nacional y Farc; en el cubrimiento de la visita del Papa Francisco; cubrimiento de la Cumbre Iberoamericana; y también en hechos dolorosos como el desplome del edificio de Blas de Lezo que dejó 21 obreros muertos. También en la ‘caída de la muralla de la corrupción’ tal como califiqué la captura del alcalde de la época, Manuel Vicente Duque, su hermano, la contralora distrital, Nubia Fontalvo, el concejal Jorge Useche”, recordó la comunicadora.
Las cifras
Según un informe publicado por El Espectador, durante 2017 se registraron en el país 276 vulneraciones, con un total de 326 víctimas, al ejercicio del periodismo: amenazas (30,4%), agresiones físicas (10,7%) y obstrucciones al trabajo (9%), son las formas de violencia más recurrentes.
Sobre los responsables de estas afectaciones, la primera posición es ocupada por particulares (83 casos), seguida por autores desconocidos (81 casos), funcionarios o servidores públicos (49 casos), la Fuerza Pública (34 casos, en su mayoría integrantes de la Policía Nacional, particularmente el ESMAD), y se registra un aumento significativo de agresiones provenientes de las guerrillas (15 casos). Las zonas de mayor dificultad para ejercer el periodismo son Bogotá, Antioquia, Cauca, Santander y Valle del Cauca.
La forma de violencia más recurrente es la amenaza individual y colectiva, con un registro de 99 casos, que corresponden a casi un tercio (30,4%) del total de agresiones contra el ejercicio periodístico.
NIBALDO BUSTAMANTE / EL PILÓN