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¿Se podrá aplazar más la formulación del Plan de Desarrollo Empresarial para el Cesar?

En mi diario trasegar y con el inmenso apego a este hermoso departamento, he insistido de diferente manera y en muchos escenarios sobre la necesidad de darle una oportunidad de verdadero cambio a la formulación de estrategias de desarrollo empresarial para el departamento del Cesar, son más de 15 años llamando la atención, pero seguimos en lo mismo y aclaro una cosa es el Plan de Desarrollo del departamento y otra, más aterrizada, es el Plan de Desarrollo Empresarial, ¿qué quiere decir?, ¿cómo vamos a lograr la industrialización? ¿Qué sectores son los más dinámicos para priorizarlos y potenciarlos, en infraestructura, en servicios, en mano de obra calificada, para que los empresarios puedan generar empleos formales, ingresos a la población activamente productiva, es decir, que contemos con un tejido empresarial local activo y pujante?

Recientemente el experto en desarrollo económico, el doctor Fernando Herrera Araujo, en un artículo del diario el PILON, exactamente el 10 de febrero, argumenta y cuestiona con mucha propiedad algunas apuestas del Plan de Desarrollo del Cesar pero además, llama la atención en algo fundamental que es el talón de Aquiles en Colombia ¿cómo controlamos y evitamos más corrupción en la región? Ciertamente, no hizo referencia a la imperiosa necesidad de apoyar y fomentar el desarrollo empresarial local.

Para validar y fundamentar mis argumentos, citaré dos o tres casos en los que se aprueban y se ejecutan proyectos a través de operadores que han participado en licitaciones oficiales. Me referiré a las licitaciones públicas del departamento a través de Idecesar, la LP-001 de 2.015, cuyo objetivo es prestar servicios de asistencia técnica en el marco de la ejecución del convenio 2015030113 para aplicar en 10 líneas de acción, para atender 1.822 campesinos y a 38 grupos asociativos. El valor del proyecto es por la suma de 975 millones 490 mil pesos.

La segunda licitación, la No. LP- 002 de 2.015, el objeto es suministrar de material vegetal, herramientas, insumos, material de riego y equipos apícolas, la lista es larga, el valor de la licitación es de 8.119 millones 984 mil pesos y otra inversión que merece atención es el contrato para el montaje de la empresa metalmecánica de bretes que está funcionando en las mismas instalaciones de Idecesar, cuyo valor fue de 700 u 800 millones de pesos. ¿Cuáles son los resultados y los beneficios de esta millonaria inversión?, creo que es una competencia desleal para las empresas del sector y un detrimento patrimonial de los recursos oficiales.

En este punto debemos preguntarnos: ¿esos recursos cubrirán las necesidades de los 265.000 habitantes del sector rural del Cesar? ¿Se podrá demostrar que existía una priorización y una concertación con las comunidades rurales? y ¿qué cambios en la productividad y en la competitividad podemos mostrar a la fecha por efecto de esta inversión? Ájala puedan presentar un informe de resultados a la comunidad y a los órganos de control, que de por demás es poco lo que hacen, son convidados de piedra.

Con este par de ejemplos puedo demostrar que no existe planeación estratégica, construcción de un verdadero Plan de Desarrollo Empresarial departamental, tampoco sinergia institucional y mucho menos un buen manejo de los recursos económicos oficiales. Este es una propuesta para que haya una reflexión colectiva para que “cambiemos” por el bien colectivo.

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