La educación no es exclusiva de los docentes en las instituciones educativas. Sobre este viejo dilema entre quién debe educar, si los padres o los docentes, expertos en el tema aseguran: “tenemos un sistema pedagógico que se le infla la boca diciendo que educa en valores, pero que entiende que los valores han de venir ya de casa. También está la contradicción al revés: padres que echan la culpa a los profesores porque dicen que no saben educarles y que se meten donde nadie les llama”.
Sin duda alguna, el núcleo familiar es la primera escuela, donde se forma al individuo en valores, tarea que nunca termina para los padres, así vayan al colegio.
Por eso preocupa que muchos padres de familia no se preocupen, primero por no educar en sus hogares a los hijos, que son absorbidos por la droga, el alcohol y el sexo. Y segundo, por no matricularlos siquiera cuando hoy día el sistema educativo público ofrece gratuidad. ¿A qué se debe tanto desinterés?
En nuestra edición de ayer informábamos sobre el 40 % de los estudiantes que no han sido matriculados por parte de sus padres o acudientes en el municipio de Valledupar, es decir, cerca de 30 mil niños y jóvenes están por fuera del sistema educativo.
No se justifica que los salones de clases luzcan vacíos, deberían hacer fila para pedir un cupo para sus hijos y no alcahuetear las imposiciones que hacen los menores de edad para no ir al colegio. Si queremos reconstruir la sociedad, se necesitan más padres de familia comprometidos con sus hijos, que realmente guíen y eduquen.
Los índices de niñas embarazadas, de jóvenes drogadictos, de menores de edad con enfermedades de transmisión sexual, son altos, solo se pueden reducir si desde la casa se educa y se enfoca al niño por el camino de la educación.
El Gobierno Nacional destina los recursos suficientes para que los entes territoriales ofrezcan educación gratuita, con estrategias de permanencia como alimentación escolar, transporte en algunos sectores, seguro contra accidentes, así como buenos colegios con profesores dispuestos a mejorar el desempeño escolar.
Que no se quede ni un niño sin estudiar.