A Omar Geles, artista sobresaliente en el folclor vallenato, en sus 57 años se lo llevó la muerte en pleno apogeo de la fama, cuando se recreaba jugando tenis en el Club Campestre de Valledupar. El inesperado y prematuro fallecimiento del virtuoso músico, suscitó inmensa consternación, no solo en Valledupar y Colombia, sino en varias latitudes de la tierra donde también lo admiran, principalmente por la canción ‘Los caminos de la vida’, que le compuso a su noble y humilde madre Hilda Suárez, con maravillosa letra melancólica, agradable melodía romántica y profundo sentimiento de amor.
Ha sido tan exitosa que otros músicos prestigiosos de diferentes géneros musicales y distintos países, la han grabado en más de 30 versiones. Y es una de las canciones preferidas del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en reuniones oficiales la ha puesto a escuchar como paradigma a imitar.
Omar Geles comenzó a mostrar su talento musical antes de cumplir cinco años, después de que su padre llevó a su casa un acordeón y una caja con la aspiración de que sus hijos llegaran a ser intérpretes de música vallenata. Desde entonces, Omar Geles, a pesar de las adversidades, tales como la pobreza, el matoneo y otras calamidades, paulatinamente con sumo esfuerzo y la ayuda incondicional de su madre y sus hermanos desarrolló su potencial musical y a la vez emprendió su proyecto de vida: ser un acordeonero extraordinario.
En 1989 logró coronarse como rey del Festival de la Leyenda Vallenata, acontecimiento que lo catapulta a la categoría de juglar, privilegio que en el folclor vallenato solo lo alcanzan quienes tienen el don de tocar acordeón, componer canciones y cantar. A Omar Geles lo que le faltó para ser excelente cantante, Dios se lo multiplicó como compositor, lo que le permitió dejar el glorioso legado de canciones inmortales. Qué bueno también decir que sus composiciones exitosas fueron fundamentales en su fase como solista que comenzó en 2010 con su propio conjunto musical, en cuyas presentaciones, sus admiradores les solicitaban que cantara sus canciones porque no se cansaban de disfrutarlas con frenesí.
En el apoteósico y merecido homenaje brindado por el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, Elvia Milena Sanjuán, la gobernadora del departamento del Cesar, varios congresistas del país, sus amigos, sus familiares, el pueblo en general, y en especial sus colegas encabezados por lo más granados que actualmente interpretan, tanto el vallenato tradicional como el moderno de la nueva ola, todos testimoniaron que el fallecimiento de Omar Geles deja un vacío que, posiblemente, pasará un tiempo impredecible para que algunos de las nuevas generaciones de intérpretes de música vallenata ocupen tan súbito y tremendo vacío.
Con base en las revelaciones de los familiares de Omar Geles y las anécdotas narradas por los más distinguidos representantes de la música vallenata, debido a la prematura muerte del colega que todavía tenía muchos años promisorios. Puedo decir, que la humildad y la alta autoestima de Omar Geles fueron trascendentales para que lograra tener una vida exitosa.
En fin, las virtudes de Omar Geles se hicieron virales a través de los diferentes medios de comunicación, y son múltiples los episodios en los cuales Omar Geles muestra su condición humilde y alta autoestima; por ejemplo, en la canción dedicada a su padre que abandonó a doña Hilda y a sus pequeños hijos por el amor a otra mujer, Omar Geles patentiza su humildad. Muy contrario al egocentrismo de aquellos que la fama les infla el ego, por ende, son arrogantes y menospreciadores del talento de sus semejantes. Ojalá surgieran muchas personas como Omar Geles. Se necesitan con suma urgencia para que el mundo terrenal mejore, porque como vamos la expectativa es un futuro mucho más incierto, por no decir más peligroso.
Por José Romero Churio