En un hecho sin precedentes, el precio del petróleo WTI se hundió por debajo de su piso, al entrar en barrena cotizándose a – US $37.63, experimentando una caída de US $55.90 con respecto a su cotización el pasado viernes. Ello, a pesar del acuerdo al que arribó la OPEP + el pasado 9 de abril, con el cual se se trató infructuosamente de detener la caída de los precios del crudo, pero ya era tarde, el daño ya estaba hecho y era irreversible.
Como era de preverse, a pesar de retirar del mercado a partir del mes de mayo 10 millones de barriles/día, que podrían llegar a ser 20 millones de barriles/día si sumamos lo que restan Venezuela, Irán y Libia, más lo que por la inercia de los precios está dejando de exportar EE.UU., cuya oferta en un 52 % depende del fracking, los precios no iban a detener su curso hacia abajo marcado por los fundamentales del mercado.
En efecto, el año anterior el cartel de la OPEP + había logrado sostener artificialmente los precios del petróleo de la referencia BRENT hasta cerrar el año alrededor de los US $64 el barril, mediante un recorte de su oferta. Pero, ahora el escenario es otro, la virtual parálisis del aparato productivo a nivel global, a consecuencia del confinamiento dispuesto por las autoridades para contener la pandemia de la covid-19 ha reducido la demanda en 30 millones de barriles/día, razón por la cual después de haber acordado restringir la oferta los precios en lugar de subir bajaron.
Pero, lo acaecido esta semana no tiene antecedentes ni parangón en la historia de la industria del petróleo, por primera vez desde que se llevan registros han terminado pagándole a los clientes para que retiren el petróleo, porque le resulta más costoso almacenarlo. Son varias las razones que explican tan inusitado escenario. En primer lugar la sobreoferta persiste, en segundo término el anuncio del FMI de su previsión de una recesión de la economía global este año del 3 % desalienta aún más la demanda, los depósitos de crudo están rebosados y los contratos de futuro de WTI que sirven de referencia para la formación de su precio vencieron esta semana para entrega en mayo.
Esa caída del 305 % del precio es algo que nunca se había visto, dada la especulación por parte de quienes tienen contratada la capacidad de almacenamiento. Los titulares de los contratos de futuro prefieren rematarlo porque a corto plazo no se vislumbra un repunte de la demanda, toda vez que también las refinerías tienen sus depósitos en el límite. No obstante, se espera y se aspira un efecto rebote del precio después de esta fuerte caída, de hecho los contratos de futuro del WTI que expiran en junio se cotizaron a US $21.15, acercándose al precio del BRENT, pero la tendencia sigue hacia la baja de ambos precios.