Por: Liliana Caliz
Los bebés no nacen con la capacidad para regular sus emociones. El reconocimiento y manejo de emociones en un ser humano es algo que se aprende a través de las experiencias y se desarrolla con el tiempo. Somos los adultos los responsables de ayudar al niño en este desarrollo, identificando cada emoción cuando aparece y ayudándolos a expresar esas emociones de una forma adecuada.
La famosa pataleta a lo que todos los padres le tienen temor, es una expresión de emociones de ira y frustración de los niños que todavía no tienen la capacidad para comunicar verbalmente sus emociones y necesidades. Las pataletas son muy comunes en niños de 1 a 4 años de edad; sin embargo, algunos niños continúan usando este mecanismo de expresión emocional hasta una edad mayor, sobre todo cuando les ha generado un resultado positivo.
Las pataletas se producen por:
- Frustración: A la incapacidad para hacer algo o que otros entiendan lo que ellos quieren
- Deseo de independencia: Ser incapaces de tener control sobre algo o sobre si mismos
- Hambre o cansancio
- Negarle algo que quiere
- Llamar la atención
- Recargo de estimulación y energía emocional
¿Cómo Evadirlas?
- Dando el ejemplo: Si tu hijo te ve explotando en rabia ante el menor incidente, va a copiar tu comportamiento.
- Incentiva el buen comportamiento de tu hijo cada vez que tengas la oportunidad
- Identifica los signos: Los niños tienden a mostrar ciertas señas cuando algo les está produciendo rabia; trata de intervenir a tiempo y distraer su atención con otra cosa.
- Es bastante frustrante para un niño saber que no puede tomar una decisión o que su opinión no cuenta. Dale opciones de escogencia cuando sea posible.
¿Cómo lidiar con ellas?
- Mantén la calma: Aun cuando puede ser bastante vergonzoso, sobre todo si se presenta en un sitio público. Recuerda habrá más juicio a tu reacción como adulto que al comportamiento de tu niño.
- Distrae su atención
- Ignora el comportamiento: Muchas veces el alejarte y no prestar atención a la pataleta puede ayudar a que el niño se calme.
- Háblale a tu hijo de forma calmada, dándole una explicación corta y sencilla.
- Si piensas que vas a perder el control de la situación, pon a tu hijo en un lugar seguro por un corto periodo de tiempo (1 minuto por año de edad). Esta táctica solo se debe emplear en niños mayores de 18 meses.
Después de la tormenta
No te doblegues ante la pataleta de tu hijo; si lo haces, le estarás indicando a tu hijo que la pataleta funciona. Por el contrario, al final de la pataleta elogia el hecho de que haya logrado controlar sus emociones.
Una vez que la pataleta ha terminado, conforta a tu hijo y olvida el incidente.
Asegúrate de que tu niño este durmiendo lo suficiente. Hay una gran correlación entre la depravación de sueño y el comportamiento negativo de los niños.