En la última década la demanda de los minerales por parte de China, para potenciar su desarrollo, significó un gran tanto en los precios como en la producción de materias primas, pero ya empieza a sentirse en los países que las exportan, entre ellos Colombia, un impacto importante por la desaceleración de la economía del gigante asiático.
Otros países exportadores como Brasil, Australia e Indonesia están sintiendo este impacto en su economía y el empleo. Las naciones que se especializan en materias primas de primer orden, como el mineral de hierro y el carbón, el debilitamiento de la demanda y la caída de los precios están reduciendo la recaudación tributaria, aumentando sus déficits comerciales y devaluando sus monedas.
A largo plazo el colapso en los precios de las materias primas podría ser más notorio perjudicando las economías de los países productores y su poder adquisitivo. El exceso de suministro puede ser un verdadero desastre. En las economías más pequeñas, la creciente dependencia de la minería adquiere una mayor importancia. Hoy, ningún país puede llenar el espacio que deja China, con la sola esperanza que la India pueda absorber la nueva producción. De todas maneras China estará señalando el camino para la próxima década, a pesar de su menor consumo en hierro y acero.
Dentro de unos años el manejo de la chatarra es otra amenaza para la economía. China tendrá disponible grandes cantidades de chatarra de acero proveniente de las primeras generaciones de autos y lavadoras para el mercado masivo. Este material de acero puede ser un sustituto importante del mineral de hierro y esta sobreoferta tendrá un impacto en los precios de este mineral en la economía global.
Además, la decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener sus niveles de producción de crudo, pese al exceso de oferta, repercutirá en todos los que participan del mercado, incluyendo empresas, países productores e inversionistas. En consecuencia, las acciones de las petroleras y las divisas de los países productores también se debilitaron, creando así una situación muy incómoda para las petroleras.
Los inversionistas estiman que el exceso de oferta global caerá durante los próximos meses y el crecimiento de la producción de los Estados Unidos se estará moderando, evitando que los precios bajen mucho más. Si esto ocurre, las empresas como Ecopetrol quedarán menos endeudadas y seguirán siendo rentables. ¿La caída de los precios del petróleo es el gran reordenador del mapa energético?