Más allá de la presencia de consumidores de drogas, delincuentes y demás, uno de los factores que también mantiene en alerta a los habitantes del barrio Ciudadela 450 Años, segunda etapa de Valledupar, es el estado precario en el que se encuentra el techo de las gradas, las estructuras metálicas y otros elementos que componen el parque de la urbanización.
Casi que ‘a gritos’, y de manera constante, estos ciudadanos piden a la administración municipal la presencia e intervención del lugar para evitar que en un futuro no muy lejano se registre una situación calamitosa.
Con el techo inclinado, las barras oxidadas y desprendidas, los niños, jóvenes y adultos mayores que diariamente van al parque a realizar algún tipo de deporte o recreación, tienen miedo de que en cualquier momento esa estructura caiga y con ello, alguien sufra graves lesiones.
“Mi hijo patina en la cancha y qué tal eso se venga abajo y le caiga a los niños”, reveló Katy Julieth Morales, una de las habitantes del barrio y quien añadió que en noviembre de 2021, el techo de una de las gradas se cayó después de estar tanto tiempo inclinado y en mal estado. “El techo de la segunda grada ya se cayó por lo mismo y vinieron supuestamente a hacer reparaciones, se lo llevaron y nunca más lo volvieron a traer, ni trajeron uno nuevo”, manifestó.
En el afán de buscar soluciones, Morales ha denunciado el hecho a través de videos en redes sociales en los que muestra la cantidad de personas que van al parque, y que por consiguiente, se encuentran en riesgo inminente.
“Esta cancha es usada por muchos niños, jóvenes y adultos que vienen a hacer deportes, y se encuentra en un estado deplorable. Esto es crónica de una muerte anunciada, hace muchos meses se ha solicitado la intervención de la Alcaldía de Valledupar pero hasta el sol de hoy sigue en las mismas condiciones. Solicitamos a las autoridades competentes que vengan y hagan su intervención para que evitemos futuras tragedias, ya sean heridos o pérdidas humanas”, expresó la ciudadana en uno de los videos.
Finalmente, los querellantes afirmaron que en sus 10 años de operación, el parque no ha tenido una inversión oportuna para mantener en buen estado sus instalaciones y aseguraron que los atractivos del parque, como columpios, resbaladeros y bancos están dañados y oxidados.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÒN