Las hectáreas afectadas por la deforestación en la serranía del Perijá han aumentado el número de áreas que sufren un proceso de desertificación. En ese sentido, las más de 1.100 hectáreas que han sido deforestadas en el Cesar, según un estudio del IDEAM, han hecho necesario que se amplíen las zonas de protección ambiental para que los terrenos de esa cordillera puedan recuperarse y no sigan siendo víctimas de malas prácticas agropecuarias.
De acuerdo con Wilson Márquez, profesional de seguimiento de Control Ambiental de Corpocesar, en visitas técnicas a la serranía han encontrado que varias zonas que anteriormente contaban con una amplia capa vegetal y cuencas hídricas que nutrían la tierra han desaparecido en su mayoría por la expansión de la frontera agrícola, incrementando así el número de áreas boscosas taladas en muchos casos de manera ilegal.
En vista de que en dicha área en los últimos años se están presentando altos porcentajes de deforestación, Corpocesar aseveró que para evitar que más áreas destinadas a la conservación de la flora y fauna sean deforestadas y las actuales se expandan se están realizando trabajos de control y seguimiento de las zonas afectadas por medio de medidas preventivas y sancionatorias, encaminadas a ampliar las zonas de resguardo ambiental.
Así mismo, la Corporación Autónoma Regional de La Guajira, Corpoguajira, está desarrollando estudios para la ampliación del Distrito de Manejo Integrado, DMI, serranía del Perijá con el apoyo del programa Riqueza Natural de Usaid.
Con esa iniciativa la entidad ambiental incorporaría aproximadamente a 21.088 hectáreas al área protegida en los municipios de Barrancas, Fonseca, El Molino, Hatonuevo y San Juan del Cesar. Con la incorporación de esas zonas se mejoraría la conectividad estructural de los Zonobioma Alternohígrico Tropicales Perijá y Montes de Oca, baja Guajira y alto Cesar, así como también en el norte de la serranía del Perijá, las cuencas alta y media de los arroyos Seco, Caurina y Magalote, entre otros.
El proyecto ambiental contempla lograr el uso sosteniblemente de los recursos de los ecosistemas del bosque seco y las especies asociadas en las cuencas altas y media de los arroyos Seco, Caurina y Magalote y los ríos Cerrejón y Palomino. De igual forma preservar y recuperar dichos manantiales.
Para la ampliación de esas áreas Corpoguajira durante los últimos cuatro días ha realizado un proceso de consulta previa con las comunidades indígenas wayuú de Nuevo Espinal y Tamaquito II, identificadas por el Ministerio del Interior como los pueblos indígenas con derecho territorial sobre las hectáreas de la serranía que serán resguardadas.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb