El día de ayer el cuerpo médico, el equipo de enfermería y otros empleados del hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar decidieron suspender sus labores en la institución hospitalaria. Cansados del incumplimiento de los pagos por parte de la directiva de esta entidad, el gremio de empleados de la salud decidió alzarse en protesta con el fin de que el gobierno municipal, departamental y la gerencia del hospital les den una respuesta clara y definitiva sobre este asunto.
Tal como lo habían anticipado mediante redes sociales y algunos medios de comunicación, a partir de las 8:00 a.m., las decenas de personas afectadas por el retraso del pago de los honorarios se fueron acercando a las instalaciones del hospital con carteleras y megáfono para iniciar una marcha pacífica que partió del Hospital Rosario Pumarejo de López y tuvo como punto de llegada el edificio de la Gobernación Departamental en donde se conglomeraron para exigir que el gobernador, Franco Ovalle, se reuniera con ellos para resolver la situación lo antes posible.
Según cuentan los empleados del área de la salud, las directivas del Rosario Pumarejo de López no les cancelan honorarios desde hace más de ocho meses, situación que resulta desesperante para ellos ya que no tienen otros ingresos y el problema que los aqueja también afecta a sus familias directamente.
“Estamos cansados de que nos mientan, de que nos prometan pagos y no nos cumplan; nosotros no estamos mendigando, estamos exigiendo nuestro derecho a recibir nuestro sueldo”, comentó el médico Jesús Zambrano, quien asegura que “el gerente nunca les ha dado la cara” en las mesas de diálogos realizadas en el auditorio del hospital.
El médico Zambrano también señala que durante estos meses se han venido quejando de este problema ante las diferentes instituciones pertinentes y han realizado diálogos con representantes de la gerencia, -pero que el especialista Armando de Jesús Almeira Quiroz- “nunca hizo presencia en estas reuniones mostrando poco interés en resolver el problema”.
David García es conductor de una de las ambulancias del Hospital que también se suma a este paro, él comenta que su economía familiar se ha visto muy afectada por no tener ingresos, y que todos estos meses se han sentido ignorados y engañados. El gremio manifestante menciona que las directivas del centro asistencial les ofrecieron firmar un acuerdo de pago hace varias semanas en donde ellos se comprometían a abonarles un mes de salario en noviembre y luego dos meses de sueldo a principios del mes de diciembre, esto con el fin de poco a poco de ir subsanando la deuda. Sin embargo, los acuerdos fueron incumplidos y nunca se les hizo ningún abono como se había acordado.
Hacia las 11 de la mañana, luego de un par de horas de protestas en la entrada de la Gobernación, el primer mandatario de los cesarenses organizó una reunión extraordinaria en su despacho para tratar de encontrar una pronta solución y evitar que el paro se extienda por varios días. Esta reunión fue integrada por el gobernador, Franco Ovalle; el secretario de Salud Departamental, Jorge Juan Orozco; un funcionario de la Procuraduría, una delegación, representante de los empleados y una funcionaria encargada de asistir a la reunión en nombre del gerente del Hospital Rosario Pumarejo, ya que el directivo no se encontraba en la ciudad.
“Infortunadamente no hemos llegado a ningún acuerdo, aunque haya voluntad de parte y parte de encontrar una solución, las cuentas no cuadran”, mencionó el médico especialista Julio Peralta, uno de los integrantes de la comisión representante de los empleados; él comenta que luego de dialogar durante un par de horas no pudieron concertar ningún acuerdo, ya que el recurso con el que cuenta el hospital solo alcanza para abonar dos meses al personal de enfermería y un mes al personal especializado, lo que para ellos no es suficiente teniendo en cuenta la cantidad de meses que no reciben dinero y la finalización de los periodos administrativos.
De este modo se confirma que el paro del servicio de la salud en el Rosario Pumarejo se mantiene de forma indefinida hasta que no se les resuelva su situación, los empleados, apegándose a su ética profesional acordaron solo atender emergencias y casos puntuales, pero los servicios de consulta externa se encuentran congelados. El grupo de protestantes esperan que el caso sea atendido prontamente por los Ministerios de Salud, Trabajo, la Superintendencia de Salud y la Procuraduría General de la Nación.
En ocasiones anteriores, la gerencia de la entidad hospitalaria explicaba que la deuda a los empleados y a electricaribe se debe a que las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y las Secretarías de Salud, adeudan al centro asistencial más de 120.000 millones de pesos por servicios prestados, lo que mantiene la crisis en el servicio y el retraso en el pago del salario de los trabajadores.
Por: CARLOS VANEGAS MONTH / EL PILÓN
Carlosavanegas19@hotmail.com