El mayor impacto de la destorcida de los precios del crudo es la ralentización del crecimiento del PIB, después que este sector era el que le daba el mayor impulso, fue en su momento el gran jalonador del crecimiento de la economía, ahora la frena. Desde el año 2013, cuando el crecimiento del PIB fue de 4.9%, se empieza a notar que el sector minero – energético pierde fuerza e impulso, el año siguiente (2014) el crecimiento fue menor, de 4.6%. Y durante este año se observa el menor ritmo de crecimiento, así: I trimestre 6.4%, II trimestre 4.3%, III trimestre 4.2% y IV trimestre 3.5%. Y la economía empezó el 2015 con el pie izquierdo, con un anémico crecimiento del 2.8% en el I trimestre y según el Banco de la República “la información para el segundo trimestre de 2015 sugiere que la economía colombiana se sigue ajustando a las nuevas condiciones externas”.
Para el B de la R, el crecimiento del PIB en el II trimestre de este año podría ser similar al del I trimestre y que la desaceleración seguirá de largo. Y los indicios así lo indican, ya que según Fedesarrollo el consumo privado se desaceleró, en línea con el deterioro de la confianza y en el primer trimestre del año las compras de los hogares creció 3.9%, que contrasta con el 5.3% para igual periodo del año anterior. Y no sólo ha caído el consumo privado sino también el gasto del Gobierno, luego de los recortes que ha tenido que ordenar, de tal suerte que el crecimiento del gasto del Gobierno crece al ritmo de 2.3% anual, la tasa más baja registrada desde finales de 2008. Como lo sostuvo el Ministro Cárdenas, “el nuevo ajuste, aunado a la reducción de 1.4% del PIB en las rentas petroleras, obligó a un aplazamiento de 0.7% del PIB del Presupuesto General 2015”.
De acuerdo con la Encuesta de Opinión Empresarial (EOE) de Fedesarrollo a través del Índice de Confianza Industrial (ICI) bajó en junio hasta el 0.9%, para una caída de 2 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes de 2014. Otro dato preocupante es el de la construcción, actividad esta que empezó a relevar al sector minero – energético como líder del crecimiento del PIB. En la Encuesta realizada por Fedesarrollo para medir su percepción con respecto a la situación económica y sus expectativas a futuro, se pudo establecer una sensible baja del optimismo de los empresarios de la construcción al situarse en 8.3%, 24.3 puntos porcentuales por debajo del balance del I trimestre de 2014.
Como lo sostiene el Grupo de Análisis del Banco de Colombia, “la demanda interna jalonó crecimiento del 1T15, pero perdió dinamismo el DANE informó que la demanda interna creció 4,2% anual en el 1T15. A pesar de que es una tasa superior a la del promedio de la economía en el mismo periodo (2,8%), resulta ser la más moderada desde el 2T13. De esta manera, este rubro crece a un ritmo anual acumulado de 5,4%, desacelerándose desde 6,3% en el 4T14”.
Es claro que en la medida que decae la actividad del sector minero – energético, este termina lastrando el crecimiento del PIB total y recordemos que, según el exdirector del DNP, Hernando José Gómez, “por cada US $10 que baja el precio del barril del crudo, tenemos un menor crecimiento del PIB de 0.4 puntos porcentuales” y ha bajado más de US $50. Para este año todas las proyecciones y revisiones de las previsiones de crecimiento de la economía colombiana son a la baja. El FMI después que en enero pronosticó un crecimiento de 3.8%, hizo una primera revisión a la baja de su pronóstico hasta el 3.4% y esta semana lo redujo a un pírrico 3%. La desaceleración del crecimiento de la economía colombiana se viene acelerando.