Con los ritmos de paseo y merengue se abrieron los acordeones en el séptimo Festival de Acordeonero Aficionado Universitario, desarrollado en las instalaciones de la Universidad de Santander, sede Valledupar.
En total fueron 12 los jóvenes que se presentaron en la mañana de ayer en la primera ronda del certamen académico-cultural. Al tiempo se llevó a cabo la presentación de diez universitarios que integran el grupo en el concurso de canción inédita. Los participantes fueron estudiantes de la Corporación Universitaria de la Costa, CUC; Universidad Popular del Cesar, UPC; Universidad de La Guajira, Fundación Universitaria del Areandina y de la Universidad de Santander, UDES.
A las 2:00 p.m., los jóvenes continuaron las presentaciones con los ritmos de son y puya para disputarse un cupo a la final que se llevaría a cabo la noche de ayer en la tarima de la Placita Club. “El nivel está parejo entre los participantes. Estamos calificando el nivel netamente del acordeonero”, afirmó un integrante de la terna del jurado de acordeonero aficionado, Jorge Hugo Ochoa.
Alterno a los concursos de canción inédita y de acordeonero aficionado se han realizado varias actividades como ‘fútbol financiero’, concurso de ortografía, feria canina y jornadas para fomentar la movilidad nacional e internacional de los estudiantes universitarios.
Al finalizar los concursos de canción inédita y acordeonero aficionado universitario estaba prevista la presentación de Carlos Tobio, el cantautor Wilfran Castillo y el artista cartagenero Kisi Jay.
Conversatorio
Con el conversatorio ‘El Mundo del Vallenato’ se le dio apertura oficial al Festival de Acordeonero Aficionado. Rosendo Romero, Sandra Arregocés, Efraín Quintero, Tomás Darío Gutiérrez, Fernando Villegas y Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo Riveira fueron los ponentes de la actividad.
“El vallenato es una forma de ser, de cantar, de amar a Dios; es un estilo de vida”, afirmó en medio de su intervención Rosendo Romero. Por su parte, Sandra Arregocés dijo: “Cuando conoces el vallenato no te puedes desprender nunca; es una herencia que dejas de generación en generación”.