Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
El Twitter se ha convertido en una herramienta de interacción, recibir información y mantenerse actualizado en un mundo cambiante.
Tiene una opción de bloquear a alguien con el que no quieres interactuar, el bloqueo es sin duda una medida extrema,en mi cuenta aún no he tenido que bloquear a nadie, a pesar de los numerosos insultos y agresiones que recibo, opto por los Retweets para visibilizar la intolerancia de la sociedad en que vivimos.
Además, como generador de opinión, creo que la libre expresión no debe ser coartada.Un Presidente de la República que bloquea, pero que no le gusta el bloqueo de carreteras de los campesinos, es un presidente incoherente; en vez de bloquear, debe gobernar, no está siendo leal con sus compatriotas, es una medida represiva, igual que militarizar ciudades para frenar un paro, lo que refleja una persona insegura que no acepta las criticas yal parecer estigmatiza, de acuerdo al tipo de columnista o región a la que pertenece; no veo al Presidente Santos bloqueando a Daniel Samper Ospina, quiencon frecuencia,con tono de burla, cuestiona duramente su gestión; tampoco a Salud Hernández, implacable con sus críticas al proceso de paz.
¿Seráporqué soy columnista regional,porquéno pertenezco a ningún partido político de la unidad nacional o porqué no soy lambón como Gabriel Silva,columnista de El Tiempo? Estos son algunos de los twitts que generaron el portazo presidencial:“Santos dice en @Bluradio q no va al partido para no dar papaya y q prefiere ocuparse de los temas del país.
Bien Presidente, comenzó el cambio” “Nuevo ministro de Agricultura llega a perfeccionar la policía de baldíos de Santos. Celebran Rio Paila y cia”.
El gesto más estúpido de un político es bloquear a un contradictor de sus ideas, es lo mismo que invitar a una plaza pública solo a sus seguidores para que lo aplaudan.
En el debate está la dinámica de la política y el twitter se ha convertido en un mecanismo prácticopara expresar ideas, algunas veces sarcásticas y mordaces, y eso parece que no le gusta a nuestro presidente;un líder tiene que ser abierto y tolerante, inclusoante los agravios, porque si responde de la misma manera, cae en la provocación, más aún, un presidente que viene del periodismo ynecesita ganar adeptos, porque tiene la opinión pública encima, por la falta de resultados,según señala la reciente encuestasu popularidad cayó al 21%.
Es cierto que en Twitter nos encontramos todo el catálogo de miserias y debilidades de nuestra especie, incluso las nuestras, salen a relucir de forma desatada y beligerante: exabruptos, insultos, mensajes repetitivos y obsesivos, racistas, homófobos y humillantes. Sin embargo,a los mandatarios les correspondemanejar estos temas para que no se le vuelvan en contra.
De cualquier manera, no es que me quite el sueño este acto grosero que pone en evidencia la personalidad del presidente, pero si esta es la forma con la que piensa iniciar su próxima campaña presidencial, van a ser muchos los bloqueados y muchos más los votos que se pueden perder con miras a una reelección que está bastante embolada.