Luego de varias reuniones entre sindicatos y empresarios, ayer se conoció por fin la cifra del salario mínimo para el 2015, que tuvo un incremento de 4.6%: de 616.000 pesos pasará a 644.350, lo cual significa un incremento de 28.350 pesos. La medida fue establecida por decreto por el gobierno nacional.
“Lo que se ha hecho es no perder poder adquisitivo, puesto que la inflación de 2014 será seguramente de 3.6%, un punto abajo del aumento del salario mínimo”, aseveró el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, en un comunicado a medios nacionales.
Para negociar el monto, gremios y trabajadores se ‘sentaron a la mesa’ y mostraron sus cartas con el fin de llegar a un acuerdo, cuestión que tampoco sucedió esta vez. En 18 años de existencia de la Comisión de Concertación Laboral solo ha habido acuerdo en cinco de estos.
En esta oportunidad, los gremios y empresarios buscaban un reajuste de 4.5%, es decir 25.800 pesos. Para los trabajadores y sindicatos esa cifra era muy baja y establecieron como punto de partida para negociar un 9.5%, es decir, 58.520 pesos más de lo que un empleado con salario mínimo gana en 2014.
Durante el periodo comprendido entre el 2001 y el 2015, el salario en Colombia ha tenido incrementos por encima de la inflación causada en cada año, salvo en el 2009, cuando sobrevino la crisis financiera mundial.
Ese año, el alza del salario mínimo en el país estuvo 0.01% por debajo de la inflación del año inmediatamente anterior, la cual se situó en 7.68%, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane.
Reacción
La noticia dejó un sinsabor a los vallenatos, argumentando que la canasta familiar y demás gastos mensuales están por las nubes, los cuales no alcanzan a ser subsanados con un sueldo mínimo como lo establece el gobierno.
Para Rosa Leyton, “el alza que decretó el gobierno es irrisoria comparada con el precio de los alimentos, transporte, educación de los niños y servicios públicos. Como siempre los colombianos de menos recursos resultamos lesionados con esta clase de decisiones”.
Por su parte, Jorge Orozco considera que el aumento del salario mínimo no es equitativo con los gastos que las personas deben hacer a diario.
ANNELISE BARRIGA RAMIREZ
Annelise.barriga@elpilon.com.co