El 7 de agosto es una fecha de gran relevancia en Colombia, ya que se conmemora la Batalla de Boyacá, un evento crucial en la lucha por la independencia del país. Este enfrentamiento, que tuvo lugar en 1819, marcó el comienzo del fin del dominio español en el territorio colombiano y fue una pieza clave en la campaña libertadora liderada por Simón Bolívar.
Además, en esta fecha también se celebra el Día del Ejército Nacional en Colombia, para honrar a las fuerzas armadas del país, reconociendo su papel fundamental en la defensa de la soberanía y la seguridad nacional.
Durante esta jornada, en Valledupar, como en todo el país, se realizan ceremonias y eventos especiales para destacar la labor y el sacrificio de los soldados colombianos.
Una de las tradiciones que ha pasado de generación en generación y que aún muchos conservan es la de izar la bandera por una de las ventanas de su vivienda y dejarla allí durante todo el día como acto de patriotismo.
Ledys Zapata, de 59 años, residente en Valledupar, es una de las personas que mantiene viva esta costumbre. “Ante todo soy colombiana, amo a mi país, y es una tradición que me enseñaron mis padres: darle valor al país y a los símbolos”, comenta Zapata mientras coloca la bandera en el frente de su casa en la Urbanización Fiorella.
Edilia Vega, de 75 años, residente del barrio Las Flores, también se levanta temprano cada 7 de agosto para cumplir con su deber de izar la bandera tricolor, una costumbre heredada de sus padres y que ha mantenido desde que tiene uso de razón. “Es por patriotismo. Desde pequeña, mis padres nos acostumbraron a izar la bandera en memoria de la Batalla de Boyacá. Primero lo hacían mis papás y, cuando me casé, continué la tradición cada 20 de julio y 7 de agosto, no recuerdo no haberla dejado de sacar”, expresa Vega.
Ambas mujeres lamentan que esta tradición se esté perdiendo, especialmente entre los jóvenes, para quienes estas fechas parecen pasar desapercibidas. “Falta de patriotismo. Ya no le dan valor a los símbolos patrios. Yo la saco temprano para ver si los demás vecinos se animan y también la sacan. Hay algunos que la sacan, pero la mayoría no. Me da mucho pesar que la gente no tenga esa tradición. También es responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos a conmemorar este día y hacerle honor a nuestra patria”, recalca Vega.
Zapata añade: “No se debería perder esa tradición y ese respeto al país. Pase lo que pase, es el país donde Dios nos dio la vida”.
El 7 de agosto no es solo una fecha en el calendario colombiano; es un recordatorio de la lucha, el sacrificio y el espíritu de independencia que define al país. Como dijo Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”; recordar y celebrar nuestras victorias es la clave para un futuro sólido y lleno de esperanza. ¿Y usted, sacó la bandera?
Por José Alejandro Martínez V.