“Colombia, el quinto exportador mundial de carbón, busca alcanzar una producción de 85,5 millones de toneladas este año, similar a la del 2015, pese al adverso panorama como consecuencia de los bajos precios internacionales de la materia prima y las disputas laborales”, afirmaron fuentes oficiales de la Agencia Nacional de Minería –ANM-.
El departamento de La Guajira es una de las zonas del país que mayor recurso minero – energético alberga, posee y aun así es una tierra de pobreza, con necesidades insatisfechas inimaginables. Ni siquiera el oro negro que alberga en sus entrañas y los recursos que por esa actividad le devuelven al territorio, ha podido salir adelante, por el contrario parece retroceder.
Hablar de lo que pasa en La Guajira es llover sobre lo mojado. Niños desnutridos que mueren sin control, ilegalidad campeante, corrupción galopante y atraso social en general. Es un escenario bastante abrumador, que parece llegar hasta el primer cargo del departamento. La silla de la Gobernación de La Guajira no ha tenido éxito en los últimos años, pues cada mandatario que llega, sale con líos judiciales, por corrupción, inhabilidades o sindicaciones más graves.
Ahora que están a punto de escoger a su nuevo gobernador, en unas elecciones atípicas, es cuando debe salir a flote la sabiduría guajira, pero no la de los líderes políticos o los que representan las castas políticas, sino la de la comunidad, que finalmente eligen con su voto a la persona que los guiará por el camino del desarrollo, de la legalidad y la transparencia. Y no es pedirle peras al olmo, como dice que el adagio popular, es posible que en La Guajira haya una reacción que lleve a pensar más en el bienestar permanente y no de un día por el producto de la venta del voto.
Los dirigentes de los partidos que hoy deben avalar un candidato deben pensar en el departamento, para que no envíen mensajes desaforados de poder. Hoy existen 15 nombres que tienen sus aspiraciones y aunque están como pre candidatos muestran el afán de llegar a la silla del palacio de la Marina.
Los recursos naturales de La Guajira, no solo su carbón y su gas, sino su turismo, cultura e idiosincrasia, son suficientes elementos para que tengan otra suerte, otro destino y otra realidad.
A los guajiros les hace falta autodeterminación. Es cierta la afirmación que hicieron hace pocos meses los alcaldes de este departamento, no todos los guajiros son corruptos, demuéstrenlo escogiendo candidatos idóneos, sin tachas morales ni políticas.