Si bien hay algunos idiomas que nos resultan un poco más difíciles de aprender a los hispanohablantes, hay otros que por su proximidad a nuestra lengua, nos ahorran un largo camino en el proceso de llegar a dominarlos.
Para nuestra fortuna el español hace parte de la familia de lenguas romances, y esto le permite relacionarse con la mayoría de los idiomas, en especial europeos, por influencia o descendencia.
Al respecto, Rosario Gutiérrez, directora de AFS Colombia asegura: “A las personas que tienen el español como idioma nativo les resulta más cómodo asociar términos, expresiones y palabras de otras lenguas romances como lo son el portugués, el francés, el popular inglés y el italiano. Aprovechar esta ventaja a través de una experiencia intercultural puede traer grandes beneficios en términos lograr el dominio de un nuevo idioma en poco tiempo”.
Y es por dicha similitud que las lenguas romances cuentan con mayor inteligibilidad mutua, es decir, los que hablamos una lengua romance podemos entendernos entre nosotros. Una muestra de ello, es que según los datos de Ethnologue, hay un grado de similitud léxica del 89% entre español y portugués y del 82% con el italiano.
Pero entonces, ¿Significa que los que hablamos español, solo podemos aprender estas lenguas?, la respuesta es un rotundo no.
Son muy pocas las ocasiones en que alguien empieza a estudiar un idioma por ser más o menos fácil; cada persona toma la decisión de aprender un idioma diferente por distintas razones, la necesidad, el campo profesional o simplemente el gusto por esa lengua, es suficiente estímulo para dominarlo.
No obstante, es claro que los idiomas que provienen del latín son un buen comienzo para aprender un segundo idioma ya que resultan mucho más cómodos y rápidos de aprender, pero eso no significa que no requieran empeño.
Existen varias ventajas en cuanto a aprender un segundo y hasta un tercer idioma, especialmente en un contexto de globalización, acercarse a una nueva lengua desde una temprana edad será un valor agregado a nivel profesional, pero aprenderlo por medio de una experiencia intercultural será una invaluable historia de vida.