José Manuel Aponte Martínez
¿Saben qué?, no lo pueden saber pero se los voy a contar: a raíz de mi opinión en la columna pasada titulada “Reflexiones a un amigo”, he recibido vía telefónica o personal que son las únicas formas de comunicarse conmigo, porque me da pena y vergüenza decirlo, no he querido explorar los modernos sistemas de la informática a pesar que tengo todos esos aparatos ahí cerquita, como a mi mujer en la cama, repito, he recibido varias llamadas, casi todas felicitándome porque por fin alguien le había dicho a Fredys varias verdades e interpretaban el escrito como un acto de oposición.
Qué equivocados están, que de casualidad fungen como muy buenos amigos del mandatario, ese no fue, ni es ni será mi propósito, al contrario quise y quiero colaborar con él señalándole algunas íes a las que hay que ponerles punticos; me pasó lo mismo cuando en la Administración de Luis Fabián que en uno o varios artículos señalé y enumeré los huecos y cráteres en las vías, especialmente uno que estaba frente a la residencia de Ava Carvajal y 84 que adornaban la carrera 4ª y entonces sus asesores, los que lo deificaban, fueron Pilón en mano a decirle que yo, su amigo, le estaba haciendo oposición y Luis F. los mandó al carajo, agregándoles que ojalá tuviera 4 opositores así, que lo que debían de hacer era tomar nota y corregir los entuertos que les estaba presentando; y al día siguiente salimos bien temprano, pues tuvo la delicadeza de llamarme y visitamos varios frentes y fue así como se taponaron casi todos los huecos, se terminó la calle 26 en Los Fundadores a la cual le habíamos gastado bastante pólvora con mi compadre querido Iche Romero y el desaparecido Fito a la cabeza, se arregló en parte el Pabellón del Pescado, antigua Calle del Crimen y desapareció parcialmente la inmundicia de basurero que ahí tenían los carromuleros y que hoy todavía existe en menor escala y el remedio es pavimentar todo, como creo que lo va a hacer Fredys mañana, y así se hicieron muchas cosas en el primer año de L. F.
Esa fue y es nuestra intención, que no sé si será mañana apreciado exgobernador y amigo Lucas Gnecco Cerchar o mi otro buen amigo Álvaro Muñoz Peñaloza, quien también me interpretó mal, pero yo le entiendo, porque él tiene una buena tajada del ponqué, pero creo que le hace mayor favor a la Administración señalándole las falencias cuando las haya, que diciéndole que todo va bien al mejor estilo del Pibe, cuando no es así. Eso amigo Fredys, Alcalde, no le espere de mí, porque tengo la obligación de señalarle los errores y prevenirlo sobre violaciones a normas legales para que salga incólume de sus 4 años de gobierno y no como los que le antecedieron que a cada rato le surgen más y más problemas, de pronto por actuaciones aconsejadas por malos asesores.
Nuevamente en la pista de ciclismo del parque Los Cortijos, a Dios gracias sin consecuencias, se salió un niño en su bicicleta porque las barandas metálicas están rotas. Alcalde, si este parrampamplan, sobre el Parque de Los Cortijos es oposición, yo soy su más acérrimo opositor, pero tengo que recordarle por enésima vez, que ese sitio necesita de su presencia.