El balneario Hurtado, sitio de recreación y esparcimiento de propios y foráneos, que ha servido como medio de subsistencia a vendedores ambulantes y estacionarios, hoy está azotado por la inseguridad, el vandalismo, y la falta de conciencia de aquellos que desvían su cauce.
Las ventas ambulantes
Los vendedores del lugar turístico más representativo de los vallenatos, hoy hacen un llamado a la alcaldía para que sean tenidos en cuenta, especialmente en la temporada del Festival Vallenato.
El presidente de la asociación de vendedores de este sitio, Abraham Hormaza Soto, señaló que “En lugar de pedirnos que quitemos las carpas, la alcaldía debería construir cabañas típicas para que la gente pueda almorzar tranquilamente. El río debería estar abierto las 24 horas y no hasta las 9:00 de la noche, esto nos permitiría aprovechar en cuanto a ingresos se refiere cuando hablamos de temporadas altas y no venir a cerrar los negocios porque viene el Presidente de la República o se acerca el Festival Vallenato. En Semana Santa que nos ayuden a controlar el ingreso de vendedores foráneos, llega el festival, las vacaciones y nos invaden”.
En voz baja y con cara de desolación, varios vendedores ambulantes piden recuperar el río, se deben regular las acequias y hacer los gaviones, llega el invierno nuevamente y éste se sigue deteriorando. Los afectados sin lugar a dudas son ellos.
La seguridad
“En este sector tenemos seguridad; los árboles están podados y todo está limpio, lo que permite observar desde donde inicia hasta la mitad del boulevard, está la policía aquí. El problema está donde termina el parque lineal; allí se apropian los mendigos y los dueños de lo ajeno para hacer de las suyas. Hay prostitución infantil, y venta y consumo de droga. Esto pide a viva voz podar los árboles, hacer una limpieza general; además cuando cae la noche y se duplica la inseguridad, es un botadero de animales muertos, de escombros”. Explicó Hormaza.
De otra parte los vendedores Héctor Altamar y David Raad, expresaron que “Se rumora que los vendedores tenemos el río desaseado pero no es así, todos los días lo limpiamos pero la realidad es que no tenemos dónde echar la basura, no hay canecas solo tenemos una, las personas vienen a hacer sus sancochos y dejan los residuos tirados, tuvimos que meter una tutela para que arreglaran las pantallas, y afortunadamente la ganamos.”
Los vendedores de Hurtado solo esperan que así cómo se acerca el Festival y todas las expectativas del gobierno local y cesarenses están puestas en ello, de ésta manera se les tenga en cuenta y no ocurra cómo en otros años que a las 6:00 de la tarde la Policía está pidiéndole a los visitantes que desalojen, saquen sus carros y por ende, a ellos les toca cerrar sus negocios.
Abraham Hormaza, reitera que hay otra preocupación por que se avecina el invierno y todo sigue igual. “Nos visitó el Alcalde y el director de Corpocesar, y observaron en qué estado se encontraba, se comprometieron que en diciembre comenzaban a hacer los arreglos pertinentes y hasta el momento la restauración no se ha visto”.
EL PILON constató que algunos puntos del balneario son utilizados por jóvenes que consumen sustancias alucinógenas, y otros sitios que a pesar de ser de paso obligatorio por los visitantes y comerciantes, carecen de un alumbrado.
“Esto cada día se pone peor, apenas llega la noche o en la tardecita ya hay zonas por donde no se puede transitar y eso nos perjudica porque ya la gente de bien no quiere venir. A esa hora, que uno empieza a cerrar su negocio es cuando corre más riesgo porque tiene la ganancia del día” dijo Óscar Olivella, comerciante de bebidas en las orillas del balneario, quien fue atracado en dos ocasiones.
“Ahora hay más policías que antes, porque incluso, los fines de semana se coloca un CAI móvil para reforzar el puesto fijo que tienen los policías en este lugar, pero ni eso respetan”, aseguró el comerciante y contó cómo los jóvenes usan la oscuridad para ocultarse.
“Ellos no respetan a la autoridad, apenas esto queda oscuro se esconden tras las ramas o en las bancas del parque lineal; incluso ahora tienen la costumbre de fumar en el río, así cuando llega la Policía, simplemente tiran la droga a la corriente y ésta se la lleva, lo que evita que los puedan aprehender”.
Lo que dice la autoridad
En atención a este reclamo, el Secretario de Gobierno de Valledupar, Alfonso López Vázquez, recordó que no todo depende de la Policía o de la autoridad, sino también que los ciudadanos tienen que poner de su parte para evitar este tipo de situaciones lamentables que en muchos casos se pueden prevenir.
También aseguró que en esta zona es necesario aplicar campañas de pedagogía que puedan preparar a los comerciantes para actuar frente al delito y a la prevención del mismo.
“Le puedo asegurar que junto a la Policía que opera en este sector trabajamos en diversos programas de pedagogía, la población tiene que colaborar. El problema es de todos, por eso la solución también tiene que serlo”, afirmó López Vázquez.
Otros problemas
Además de la delincuencia y los problemas con el alumbrado público, los comerciantes del sector y algunos visitantes se quejan por el estado de los parques didácticos y bancas que se encuentran a lo largo del parque lineal.
“No entendemos como siendo este río una de las cosas que más quieren ver los turistas cuando vienen a Valledupar tengan todo su entorno en estas condiciones. Mire el parque ese y los juegos que tiene, ninguno sirve.
Además mire las bancas, yo le apuesto que no hay una sola que este completa” aseguró Milda Medina vendedora de comidas.
“El río está lleno de toda clase de basuras; pañales desechables, desperdicios de comida, bolsas, botellas, latas de gaseosa y cerveza; de todo se puede encontrar uno tanto adentro como afuera del agua”, dijo Medina y aseguró que ella es cuidadosa con el manejo de desperdicios, pues sabe que un mejor estado del río significa más clientes.
Desviaciones irreparables
La belleza natural del balneario Hurtado también es afectada por la inconsciencia de personas que utilizan las aguas del Guatapurí para beneficio propio, desviando el cauce y ocasionando, junto con la prolongada sequía y los escasos periodos de lluvia, la sequía del río.
Esta situación desanima a los bañistas y turistas que llegan a disfrutar de uno de los mayores atractivos turísticos de la región que está perdiendo su vitalidad a manos de irrazonables, según las autoridades ambientales.
Dicho panorama proviene de las concesiones de agua que utilizan el recurso hídrico para abastecer algunas fincas o terrenos de cultivos. Entre las que hacen parte de la ley, es decir las permitidas para ocasionar este inmenso daño al río Guatapurí, existen, aproximadamente, 1.100 predios, a nivel Cesar, que se facturan de manera mensual por parte de Corpocesar que cobra 5.000 pesos por metro cúbico de agua.
Mientras que a nivel local 150 usuarios, distinto a los que se actúan como ilegales, utilizan la corriente para los fines antes mencionados.
En las horas de la mañana de ayer, el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Kaleb Villalobos Brochel; el sudirector general de Gestión Ambiental de Corpocesar, Leuger Cortés Orduz subdirector de Gestión Ambiental; el secretario de Medio Ambiente Departamental, Andrés Felipe Mesa y uniformados de la unidad del Medio Ambiente del Batallón La Popa estuvieron el Hurtado supervisando la zona y eliminando dichas desviaciones.
Sin importar el nivel del río – que no supera los 50 centímetros de altura, en algunas partes y en otros menos que eso- los funcionarios se sumergieron para quitar las piedras que dividían las aguas y permitían su desviación para una propiedad específica.
Aunque esta actividad es recordada en la historia como la primera, después de múltiples décadas, los ciudadanos se preguntan ¿por qué hasta ahora pretenden analizar esta problemática de antaño, a la que nadie le había prestado atención?
Ante este interrogante el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, aseguró “este es un tema que tendrían que revisar las administraciones anteriores, pero pensamos que nunca es tarde y lo vamos a seguir haciendo. Tomamos la decisión de devolverle al río, a los cesarenses y vallenatos su caudal”.
En cuanto a las concesiones Villalobos Brochel aseguró “esta no es una actividad de persecución, sencillamente cuando se acordaron esas concesiones no estábamos en un fenómeno de cambio climático, de periodos prolongados de sequía, como los que tenemos hoy, eso es algo que los agricultores deben entender, que el interés colectivo está por encima del particular, nuestro deber como sociedad civil es preservar el río”.
Por su parte, el secretario de Medio Ambiente Departamental, Andrés Felipe Mesa, especificó que más del 60% del río lo están desviando. “Hay unos legales que puede que tengan algún caudal autorizado, pero se están robando más de lo permitido. Esta es una instrucción por parte del Gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo y analizaremos si se presentan o no sanciones para las personas que realizan ilegalmente los desvíos”.
“Nos alegra mucho como el agua comienza a fluir por su caudal y este es el mejor homenaje que le podemos hacer al afluente en el mes del agua” dijo Villalobos Brochel.
Pronta intervención
Aquella piedra en el zapato que había para las obras de construcción en el balneario Hurtado, referida a las Autoridades Nacionales de Licencias Ambientales, Anla, parece haber desaparecido.
Según el subdirector de Gestión Ambiental, Leuger Cortés Ortuz, la autorización, que desde hace varios meses había pedido Corpocesar para hacer uso de los recursos económicos que ya están en manos de la entidad ambiental, al parecer, pasó de luz amarilla a verde.
“Ya se contrató la obra. El contratista está en el proceso de diseños y el tema de los estudios se están entregando en algunos 45 días” dijo el funcionario, quien agregó que alrededor de dos meses se inician los trabajos de edificación de alrededor de 1.300 metros de diques.