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MANAGUA (AP) — Rubén Darío Granda, hermano del llamado canciller de las FARC, Rodrigo Granda, dijo el lunes que escogió Nicaragua para su asilo porque es “un país seguro, con democracia”, donde espera demostrar su inocencia en lo que llamó un “juicio montado” en su contra por las autoridades colombianas, que lo acusan de nexos con la guerrilla.
Granda, quien se encuentra asilado en la embajada de Nicaragua en Bogotá, dijo telefónicamente a la sandinista Radio Ya, que aún no está definida la fecha de su viaje a Nicaragua, porque ello “depende de las relaciones de los dos Estados”.
Agradeció al presidente Daniel Ortega y al canciller Samuel Santos su “noble gesto” de concederle asilo. Ortega concedió asilo el viernes a Granda, luego que éste fuera liberado por la policía, que lo acusa de vinculación con las FARC. También otorgó asilo a la esposa y a un hijo de Granda.
El Gobierno colombiano informó al de Nicaragua que el asilo a Granda es improcedente, porque los delitos que le atribuye la Fiscalía son “comunes y no políticos”.
El canciller Santos alegó el derecho de su país de concederle asilo, pese a críticas de políticos opositores que lo acusan de proteger a miembros de las FARC.
El abogado defensor de Granda, Ernesto Moreno, Moreno ha argumentado que su defendido no tiene una acusación en firme, y por lo tanto puede abandonar el país.
Granda afirmó que a principios de mayo fue víctima de un atentado del que salió ileso, pero no dio detalles. Santos pidió al gobierno de Colombia que los asilados pueden “salir del país sin que peligren sus vidas, su libertad o su integridad personal”.
La policía colombiana dice que correos electrónicos encontrados en un computador del extinto Raúl Reyes, uno de los siete jefes de las FARC, abatido en marzo del 2008, mencionan a Granda. En algunos de esos correos, según la policía, Reyes aludía a una persona de apellido “Perales” y que análisis de las autoridades concluyeron que era Rubén Darío Granda. Un juez determinó que no existían evidencias que respalden esa acusación.
El asesor del gobierno en materia de relaciones exteriores, Miguel D’Escoto, respaldó el asilo otorgado a Granda y dijo que “también las FARC tienen una razón de ser, porque luchan contras una situación intolerable de corrupción, narcotráfico, y mafia” en Colombia.
El vicepresidente Jaime Morales Carazo dijo el lunes al Canal 12 de la televisión local que Granda “debe guardarse de ser respetuoso de las leyes nicaragüenses”, porque el indígena peruano Alberto Pizango, que estuvo asilado aquí, daba declaraciones a la prensa a pesar de que su condición de asilado se lo prohibía.
Granda es un ingeniero industrial y profesor universitario, de 52 años.