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Rodear al Ministro Juan Camilo Restrepo

Por: Indalecio Dangond Baquero

Pueda ser que los escándalos de malversación de recursos públicos de los incentivos al sector agropecuario del programa Agro Ingreso Seguro –AIS-, (más famoso que los helados bon ice) sirvan para  que el Gobierno Nacional y el sector privado evalúen la política y el impacto de los subsidios en el crecimiento y competitividad del sector agrario de tal manera que puedan reorientar la política de subvenciones a fin de evitar futuros actos de corrupción administrativa.

Es hora que los dirigentes gremiales y líderes del sector agropecuario comience a recapacitar que de poco sirve seguir exigiendo al Gobierno ayudas paternalistas sin hacer algo para sacar a sus agricultores del círculo vicioso de la ineficiencia y de la pobreza rural. No sigan proponiéndoles a sus agricultores que mendiguen subsidios, créditos baratos, condonación de deudas, reducción de impuestos y proteccionismo, más bien exijan al Gobierno una profunda transformación del sistema educativo rural para que nuestros productores del campo y sus hijos aprendan a ser innovadores y se vuelvan menos dependientes del Estado.

Con esta política de educación rural de calidad y con un proceso de incorporación de nuevas tecnologías, fue que Brasil pudo en los últimos 12 años, duplicar su producción de granos pasando de 58 a 122 millones de toneladas anuales mientras que la agricultura colombiana ha duplicado la importación de cereales pasando de 3.5 a 7 millones de toneladas cada año.

Es aquí donde los colombianos nos preguntamos ¿Qué se hicieron los 1.5 billones de pesos que los ex ministros de agricultura Andres Felipe Arias y Andres Fernandez invirtieron en el campo a través del programa Agro Ingreso Seguro? Qué horror, que sucedan estas cosas en un país que tiene más de 4 millones de personas desplazadas y más de dos millones de hectáreas aptas en la altillanura colombiana para los cultivos de maíz, arroz y trigo. No hay duda que el programa AIS, fue un rotundo fracaso frente a las expectativas para lo cual fue creado.

Para que tengan un referente, sin TLC con los Estados Unidos, en estos primeros nueve meses del año, las exportaciones agrícolas de ellos a Colombia ascendieron a un total de 1.383 millones de dólares, con aumento del 63 por ciento; mientras que las importaciones desde Colombia alcanzaron un valor de 1.320 millones, con un alza del 15 por ciento. Ya se imaginan ustedes lo que hubiese sucedido con la firma de dicho tratado.

El presidente Santos sabía de antemano que iba a recibir un sector agropecuario golpeado y con muchos problemas de corrupción, por eso no titubeó un segundo en escoger a un ministro de grandes ligas que le ayudara a sacar adelante el único sector que puede resolverle los problemas de violencia y narcotráfico. Por su parte, el ministro Juan Camilo Restrepo también sabía la gravedad del asunto y por ello entro bateando fuerte con la Ley de Tierras, la cual va a permitir que muchos desplazados y víctimas de la violencia dejen los semáforos de las ciudades y regresen a casa a tener una vida digna, de paso organiza todo el sistema de recaudo predial municipal y fomenta el acceso al crédito agrario para poder desarrollar proyectos productivos rentables.

Esta es una tarea difícil pero no imposible y los colombianos tenemos el deber de apoyar al Gobierno Nacional y al ministro de agricultura en este arduo propósito. De las actuaciones y conductas de los altos funcionarios del pasado gobierno, que se encarguen los organismos de control y vigilancia.

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