Una grave situación de presenta en el corregimiento de Río Seco de Valledupar, donde el Inspector de Policía de esa localidad, Luís Eduardo Vega Daza, denunció que desde el mes de noviembre del año anterior los habitantes no cuentan con un puesto de salud que atienda sus necesidades, las cuales en los últimos días han sido criticas debido a un brote de diarrea y vomito que se registra.
Vega Daza aseguró que ya pasaron la solicitud de manera formal ante la Secretaría de Salud Municipal para que asignen una enfermera o un médico que permanezca en la centro asistencial y dar atención a los habitantes.
Ante la solicitud, el inspector manifestó que obtuvo como respuesta que las enfermeras renuncian al cargo por qué reciben amenazas en ese corregimiento. Este mismo argumento ha sido sustentado por varias enfermeras.
El inspector dijo que como autoridad del pueblo no ha conocido ninguna amenazas dirigidas al personal médico, por lo que él y la comunidad creen que los argumentos de las enfermeras simplemente pueden ser excusas.
El funcionario dijo invito a las personas víctimas de amenazas a que denuncien para que, en conjunto con las demás autoridades, tomar medidas tendientes a beneficiar a la comunidad y sus visitantes.
Hasta la fecha los habitantes enfermos de Río Seco deben desplazarse hasta Patillal y Valledupar para ser atendidos, razón que los hace anunciar el tomarse las vías de echo si no les solucionan la problemática.
Ante la problemática, la secretaria de Salud de Valledupar, Eloisa Tamayo, aseguró que al igual que el Hospital Eduardo Arredondo Daza tienen conocimiento del tema y afirmó que la ausencia de las auxiliares de enfermería se debe a las amenazas que éstas han recibido. Al mismo tiempo Tamayo dijo el médico encargado de ese corregimiento, visita el puesto de salud una vez a la semana.
Como solución a la situación, la funcionaria recomendó al Inspector buscar una enfermera que viva en el corregimiento y conozca a la comunidad para evitar que se desplace a otro lado.