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Un Rincón de la Cofradía integrará a los Monarcas de Abril

Foto: Cortesía

Patillal, ese pueblo que es “como una melodía que al oírla nos provoca cantar”, ha sido el teatro elegido por un soñador para echar a volar las nostalgias que experimentó estando lejos de la música, la gastronomía, la camaradería y ese modo de ser y hacer en este, su territorio; nostalgias que subyacen en todos los que un día se alejan, así hayan regresado, como él; pero también en los que permanecen, pero añoran los tiempos y espacios del cantar vallenato con su esencia inalterada, contextualizada, sin estridencias.

Ese soñador es Rodrigo Córdoba Fragozo, un médico otorrinolaringólogo de origen sanjuanero y ancestros patillaleros que emprendió la tarea de construir el espacio físico que sirviera de morada a los sueños, no solo a los propios sino también a los de la gran cofradía que en torno suyo se ha conformado y cuyos miembros tienen el mismo espíritu hacia las manifestaciones culturales en contexto, con su entorno, su época y sus circunstancias.

“Rincón de la Cofradía para mí es un sueño. Es el punto de encuentro de la amistad, de los cofrades, donde vamos a realizar tantas cosas que hemos anhelado: cantar, comer rico, donde la bohemia esté a la orden de día, donde nos podamos inspirar, congregar para hacer música, pero también para otras actividades; donde un poeta, un escritor, una periodista, la gente del pueblo pueda congregarse a departir, a contar cuentos, que tanto los he visto por ahí en uno que otro punto de Patillal… Es tener un lugar para poder llevar, además de esos amigos que me aporta la vida, a esos hermanos de sangre a los que también anhelo compartirles este sueño”.

Así es. Ese hogar se llama ‘Rincón de la Cofradía’ y está al pie del Cerrito de las Cabras, en Patillal, al que un día el compositor José Hernández Maestre – el mismo que lo describió como una melodía – lo nombró como el lugar “donde nacen las canciones sentidas”, sumando esta expresión a muchas otras contenidas en sus obras que son un eterno homenaje a su contexto geoafectivo. A él, a los otros grandes compositores patillaleros, pero también a los de otras poblaciones del gran territorio del vallenato, a los de antes y los de ahora que siguen pariendo canciones sentidas, se rinde homenaje en este Rincón, estableciendo un hogar para s creaciones; de ahí que el slogan: ‘Donde habitan las canciones sentidas’.

De esta cofradía hace parte el médico, compositor y gestor cultural Adrián Pablo Villamizar Zapata, quien aporta su pasión y saber para llenar la mochila de contenidos del Rincón de la Cofradía, el cual describe como “un sueño de la bohemia vallenata, de tantos viejos parranderos y gente sensible hacia folclor, de tener un sitio donde encontrarse con las verdades puras que alimentan nuestra música y nuestra cultura; no solamente en lo estrictamente musical sino en aquellas otras facetas que los hombres sensibles de la provincia han tenido históricamente, como la poesía, el arte, la pintura y otros elementos de la cultura universal que aportan al enriquecimiento del ser que hace nuestra querida música vallenata; que también se alimenta en historias muy bien conocidas y muy bien contadas de músicas como la ranchera, el tango, el bolero, que sirvieron también como alimento musical a nuestros mayores. Entonces en ese Rincón vamos a encontrar todas esas facetas en un solo lugar, donde también podemos pasar un día con la familia, descansando, alimentándolos y teniéndolo casi como un museo vivo de nuestra cultura”.

A esto se suma el concepto musical que reinará en el lugar, bajo la batuta del maestro Mancel Cárdenas, y que le apunta a la sublimación de la canción, cuidando la estética musical, buscando una impecable puesta en escena. Y a ellos se han ido sumando integrantes, cófrades que custodian el tesoro bendito que es la vallenatía a la que le rendirán honores este 28 y 29 de abril, con una tertulia cantada llamada Monarcas de Abril.

Estos Monarcas de Abril son hombres y mujeres unidos por el don común de la creación literaria, de la poesía, la gracia de testimoniar con versos la vida y el territorio; seres entrelazados por los hilos de una hermandad germinada con los juglares y trovadores que existieron antes que ellos y que se integraban en patios, bajo frondosos árboles, asistidos con la tradición gastronómica, para llevar a cabo el gran ritual de amistad. Son reyes del Festival de la Leyenda Vallenata que se encontrarán en el concurso de rey de reyes de la canción inédita, pero que esta vez sí podrán compartir en otro espacio, ese otro anhelado espacio, libre de jurados y puntajes, para conversar sobre sus vidas y sus obras, sus planes, sus motivaciones, sus procesos creativos; para interactuar con las personas que asistan y los acompañen en un viaje ameno que sin duda los llevará por senderos que conducen a la raíz del canto vallenato.

El evento inaugural consta de dos noches temáticas: la primera, ‘Yo también soy vallenato’ tendrá como protagonistas a los reyes German Villa Acosta (2012), William Klinger Braham (2009), Adrián Villamizar (2011), Rafael ‘Uchi’ Escobar (2008) y Enrique Ariza Celis (2014); además del homenaje in memoriam a José Hernández Maestre, a cargo de su primo Freddy Peralta acompañado del juglar Andrés Bolaño. La segunda noche ‘Raíces de Oro’, contará con la participación de los reyes Guillermo Doria (2004), Margarita Rosa Doria (2015), Antonia Daza (1999) y Julio César Daza (2005); estos dos últimos pertenecientes al linaje del gran Octavio Daza Daza, compositor fallecido, a quien se le rendirá homenaje en la voz de su hijo Octavio Daza Gámez, con la participación de Emilia Daza (hermana), y el actual rey vallenato profesional Jaime Dangond Daza (sobrino). La misma moche se homenajeará al compositor Freddy Molina, a cargo de Sandra Arregocés y Hernando ‘Kuky’ Riaño; y tendremos como invitado especial a Sergio Luis Moreno Fragozo, rey infantil del Festival de la Leyenda Vallenata.

Es así como los Monarcas de Abril, con su realidad cantada ‘cortarán la cinta’ del Rincón de la Cofradía, que permanecerá en Patillal, con las puertas abiertas, como un lugar dispuesto y disponible para tejer alianzas con otras iniciativas que le apuesten a la diversificación de las manifestaciones culturales, como abrevadero de la savia de un patrimonio cultural que es vida y legado, es canto y tradición, es sueños y realidades; como el lugar donde habitan las canciones sentidas.
Maria Ruth Mosquera
@sherowiya

Especial para El Pilón

Categories: Cultura
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