Las canciones de Adolfo Pacheco hacen parte del patrimonio estético del Caribe colombiano y la región del Valle de Upar. La visión poética y la raigambre del patio trenzaron en su espíritu los colores de la música. Él tuvo la influencia de la artesanía de su pueblo; pero en vez de tejer hilos, tejió palabras para convertirlas en canciones.
Cuando por estas regiones del Valle se empezaron escuchar el merengue “El viejo Miguel”, en la voz de Lisandro Meza, y el paseo “La hamaca grande” en la interpretación de Andrés Landero, el nombre de Adolfo Pacheco entró al listado de buenos compositores. Pero los vallenatos nos postramos a sus pies, cuando los hermanos Zuleta le grabaron “El viejo Miguel”. Este merengue es imagen de la nostalgia, del apego a la tierra, del temor al desarraigo; en tanto que “La hamaca grande” es la metáfora surgida de la artesanía de san jacinto, que se mece por la inmensidad tropical del Caribe de Colombia con las banderas de la tradición musical.
Reafirman su condición de maestro con las canciones “El cordobés” y “El mochuelo”, y muchas otras. El primero es un merengue en acentos fónicos y consonancias métricas, donde describe el ambiente de las peleas de gallos, que popularizaron Juan Piña y después Diomedes Díaz. “El mochuelo”, que grabó Otto Serge, es un paseo lírico que brilla como el trino de los pájaros.
En el fondo, también, es una crítica sutil al hombre que se vuelve carcelero de pájaros para deleitar el corazón de su amada. Mochuelo pico ‘e maíz/ ojos negros brillantinos /y como mi amor por ti/entre más viejo más fino.
Con estas canciones y tantas otras que han vencido las fronteras del tiempo, la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata tuvo a bien, en la edición 38 de 2005 rendirle un homenaje, junto a Rafael Escalona, Leandro Díaz, Emiliano Zuleta, Calixto Ochoa y Tobías Enrique Pumarejo (este último recibió homenaje póstumo), y los seis fueron declarados reyes vitalicios de la canción vallenata. En la edición de 1999, había declarado reyes vitalicios del Festival a Francisco ‘Pacho’ Rada, Antonio ‘Toño’ Salas, Abel Antonio Villa y Andrés Landero.
En próximas ediciones del Festival, la FFLV debe considerar la posibilidad de rendirles homenajes a compositores de canciones vallenatas tradicionales que por su calidad poética y musical pertenecen a la memoria colectiva, entre ellos: Armando Zabaleta, Carlos Huertas, Adriano Salas, Máximo Móvil y Emiro Zuleta.