Hace unos meses escribí una columna que causó polémica, la titulé: “El poder de la palabra” y en ella hice mención acerca de que no se puede creer todo lo que se escucha. Con la ‘Diomedización’ que se ha venido dando recientemente (me refiero al auge de la telenovela, porque Diomedes siempre ha estado de moda) quise traer a colación este tema, para darle respuesta a: Las Yeguas de Diomedes, artículo que escribió mi querida colega y maestra Mary Daza Orozco y concluir una charla que tuve con Luis Mendoza Sierra, mi profesor en las lides periodísticas y junto a Jaime Pérez Parodi y Jaime Araújo Cuello, quizás el “Diomedólogo” más ‘verraco’ que conozco, no en vano es su verdadero biógrafo, por eso he leído y releído su maravilloso libro: ‘Un Muchacho llamado Diomedes’ y ahora su versión corregida y aumentada llamada: ‘El Silencio del Coloso’ en donde uno se deleita con una golosina literaria, que nos muestra los pormenores de la vida de ese prodigio que fue Diomedes Díaz. Cuando escribí mi artículo, hice mención de parte de la letra de la canción ‘Experiencias Vividas’ en donde ‘El Cacique’ habla de un profeta que enseñó a comer carne a sus caballos para que no comieran paja, y el día que no les dio carne, se lo comieron a él, como el autor habla de un profeta, pues lógicamente busqué acerca del tema en la Biblia, al no encontrar nada al respecto, le consulté a varios religiosos, tanto de la iglesia Católica como de la Cristiana, y tampoco obtuve respuesta.
Mi colega Mary Daza, me dio una cátedra sobre mitología griega, explicándome que Diomedes quizás, estaba hablando de su tocayo, el rey de Tracia, un gigante hijo de Cirene y Ares, él cual tenía cuatro yeguas que vomitaban fuego y las alimentaba con carne humana, hasta que Hércules mató a Diomedes y les dio su carne a las yeguas para que se lo comieran y al hacerlo, inmediatamente se volvieron mansas.
Le agradezco a Mary por su amable ilustración y sobre todo por leer mis columnas, honor que me hace, eso es recíproco porque también leo sin falta las suyas, sin duda es una mujer letrada y una lectora consumada, la verdad aunque también soy un buen lector, me faltan muchos temas por profundizar, tengo muy pocos conocimientos acerca de mitología griega y aunque no es que me llame mucho la atención, reconozco que debería aprender un poco más del asunto, solo por cultura general.
Son muchas cosas las que uno deja en el tintero, ahora mismo estoy leyendo a García Márquez, porque no conocía toda su vasta obra, aunque si he devorado todas sus notas de prensa. Jamás relacioné la canción con episodios de la mitología, y aunque conocía de la existencia de una pintura famosa de Gustave Moreau, titulada: ‘Diomedes devorado por sus caballos’ la cual está en el museo de Bellas Artes de Rouen, Francia, pero tampoco relacioné esta obra con el canto. Lo cierto es que ‘El Cacique’ en algún momento de su vida escuchó la historia y la contó a su modo, pues ni eran caballos porque en realidad eran yeguas, no era un profeta Bíblico, si no un ser mitológico, gigante y rey de Tracia, el cual siempre alimentó a sus bestias con carne humana, y estás no lo atacaron a su amo, si no que Hércules por encargo de Euristeo, lo mató y se lo dio de comer a sus propias yeguas.
@juliomceledon