Resignación. Esa es la palabra que describe a los hinchas vallenatos que este martes siguieron paso a paso la eliminación de la selección Colombia del Mundial de Catar 2022.
A pesar de ser un martes laboral, en las calles de la capital del Cesar desde tempranas horas de la mañana los valduparenses se vistieron para la ocasión.
Hugo Mora, uno de los tantos mototaxistas que busca clientes a las afueras de una clínica de la ciudad, portaba la amarilla y tenía fe en que el milagro era posible. “La gente no tiene esperanzas, pero algo me dice que hoy Colombia la tira toda y Perú nos da la mano, mi hermano”, expresó mientras sus compañeros lo miraban con incredulidad.
Pero esa premonición de Hugo no se cumplió. A medida que el reloj avanzaba las esperanzas se fueron esfumando.
“Hermano, ya esto no es más de aquí, quedamos listos por nosotros mismos”, decía Jesús Pedrozo, quien se había ‘volado’ de su trabajo para coger la mejor silla en un establecimiento público.
No obstante, el tempranero gol peruano, enfrió la fiesta y convirtió en una especie de velorio lo que antes fue jolgorio. La eliminación estaba consumada. Adiós al sueño mundialista.
Pero a falta de pocos segundos para culminar la primera parte, llegó un poco de alegría a los colombianos.
Rafael Santos Borré cae en el área, y aunque el juez brasilero a primera instancia no lo ve, el VAR lo llama y al final decreta pena máxima.
Cobra James Rodríguez y falla, para ponerle más dramatismo a la noche. Pero el central ordena la repetición, y en la segunda oportunidad, el 10 no falla y la manda adentro para el 1-0 antes de irse a las duchas.
Al final, la desazón de no lograr el objetivo de ir a Catar contagió a los aficionados que cabeza abajo regresaron a casa sin la celebración deseada.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN.