Es cierto a los escritores nos persiguen las historias, pero nunca pensé que el lunes anterior terminando el agite electoral me iba tocar sortear lo que tuvo todos los elementos de una película de acción de Hollywood. Al levantarme me di cuenta que un ladrón se había ingresado a mi casa por una ventana de la forma más sigilosa posible violentando una reja, muy parecido a lo que sucedió en la película El Fugitivo cuando fue violentada la casa del Dr Richard Kimball, al revisar note que me habían hurtado todos mis elementos de trabajo, 2 computadores, una cámara de video HD, una cámara fotográfica con sus lentes, un IPAD, una grabadora, y lo más grave, toda mi información con trabajos que me ha costado realizar por años, una comedia para televisión llamada Las peripecias de Julio Cometa, otra novela basada en una investigación que hice en Ámsterdam, llamada El Sueño de la bailarina que no ha sido publicada, una colección de cuentos infantiles que estoy trabajando, además de mis archivos fotográficos en diferentes lugares y eventos y todas las obras de arte digital que realizó, un verdadero caos.
Llamé a la policía, rápidamente llegaron los protagonistas de esta historia los patrulleros Jeison Jiménez y Jair Duarte que se apropiaron del caso y armaron un operativo hacia donde apuntaba el robo, la tenebrosa Macarena, una olla en la margen derecha del río, el ladrón justo en ese momento llegaba a la olla a comercializar lo robado, al ver a los uniformados comenzó a correr hacia el monte, pero el patrullero Jeison, como en una película de Brad Pitt lo persiguió hasta colgársele del cuello, en ese instante llegué al lugar con 3 agentes de la Sijín al estilo Rápido y Furioso, pero en un zapatico, abriendo camino en esos barrios donde reina la pobreza y que debieron ser trasladados hace mucho tiempo, pero debido a la inoperancia de los alcaldes no se ha logrado, para reconocer los objetos, al tratar de bajarnos se armó una pedrea de moradores contra la autoridad para impedir que sacaran al delincuente, lo que siguió con un enfrentamiento a disparos que se prolongó por varios minutos, me sentía en el oeste norteamericano, ágilmente logramos salir con vida de este lugar que se ha convertido en el terror de esta parte de la ciudad, es un cartucho campestre donde se comercializa y se consume droga, hasta mujeres y niños, los reducidores compran todo. La Macarena es liderada por alias Jerson desde la cárcel desde que fue dado de baja alias David hace pocos meses, con alias El Mudo que está en libertad y hace poco recibió varios disparos, pero sigue delinquiendo junto a los Yoya y otros adictos en la zona del Paraíso.
Quiero agradecerle a la Policía Nacional su valiosa gestión, lo que me hizo recordar la operación Jaque por su precisión y efectividad, pero es urgente que el alcalde Fredys Socarrás tome medidas más contundentes para erradicar esta olla que tiene azotado al centro de la ciudad. Hace poco a la universidad San Martin le robaron todas las cámaras, lo mismo el hotel Santa Reyes, el Bar Tlon, la casa de Omaira Herrera, la emblemática casa de los Maestre en la plaza, hay que actuar para recuperar la tranquilidad en la zona que es donde más frecuentan turistas.