En Bogotá, en septiembre de 2014 se realizó el Foro que se denominó “La pobreza del Agua: Soluciones en momentos de crisis” por su significancia y por haber sido poco conocido, nos permitimos a través de este medio propalar algunos de sus apartes que por su importancia y la situación en que vivimos vale la pena recordarlas para que se tengan en cuenta.
En merito de lo anterior y reconociendo los enormes retos de la región, el país y las comunidades locales entorno a la adecuada gestión del agua, para que responda a los desafíos actuales y a las necesidades sentidas y emergentes de aquellos que sufren por no tener acceso al agua ni contar con sistemas de potabilización o alcantarillado, en tanto digamos que en dicho Foro se consideró la siguiente agenda:
El manejo efectivo y justo del agua requiere de una estrategia multinivel. Desde el individuo hasta la comunidad, pasando por los sectores privados y las empresas de servicios públicos permeando las instituciones y los países y, por ultimo, llegando a las regiones.
En este orden de ideas, la gestión del agua debe obedecer a una ética fundamental que, amparada en un Estado soberano, transparente y fortalecido en la institucionalidad, permita a la comunidad actuar e intervenir contundentemente sobre su realidad y alcanzar nuevos estados de desarrollo para el bienestar propio y común.
El agua, como bien común, debe ser gestionado comunitariamente con los instrumentos legales, económicos, tecnológicos y metodológicos sencillos, eficaces y rotundos, de tal manera que el abastecimiento de agua potable y el saneamiento básico se alcancen en un 100%.
Es una necesidad apremiante de país reformar la ley 99 de 1993, específicamente en lo relacionado con la autonomía de las Corporaciones Autónomas Regionales y su adecuada articulación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; así mismo, se exhorta al Gobierno nacional para que la dirección de las entidades del Sistema Nacional Ambiental esté a cargo de personas adecuadamente formadas y con una amplia experiencia y conocimiento en los temas que administrarán.
El principio político básico que soporte la legislación futura del agua en Colombia debe reconocer el valor estratégico de esta para el desarrollo del país y, más importante aún de la región debe considerarla como un bien de dominio público vital y finito, y un asunto de seguridad nacional.
Es preciso alcanzar un consenso nacional a partir del dialogo respetuoso para la formulación de una Ley de Agua, que debe consolidar y ordenar el actual y diverso esquema normativo existente en el país, y así mismo considerar el agua como un bien público común, como un derecho y de importancia estratégica para el país.
Nota: En la próxima columna continuaremos con esta información de vital importancia. En el entendido que el agua es el elemento primordial para la vida.