El crimen del líder comunitario Alfonso Medina, quien por años ha estado al frente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Haydith, de Valledupar, no puede pasar a la larga lista de asesinatos de los dirigentes sociales sin que nada ocurra para contrarrestar esa ola violenta contra las personas que les sirven a las comunidades.
Desde EL PILÓN expresamos nuestras voces de rechazo a ese horrible acto violento que acabó con la vida del reconocido defensor de las causas comunitarias, Alfonso Medina, y aunque suene a frase de cajón: Exigimos el esclarecimiento de este repudiable crimen y se haga justicia con la captura de sus autores materiales e intelectuales, se requieren prontos resultados sobre esas investigaciones.
Sin duda alguna la presencia del líder Alfonso Medina le va a hacer mucha falta a las comunidades, no solo de su barrio Villa Haydith, sino de los distintos sectores en general de Valledupar, era un gestor cívico comprometido ciento por ciento con los temas de interés de esta ciudad que la tomó como suya, se caracterizó por decir las cosas de frente siempre que se requería hacerlo en las instancias que fuere necesario, tal vez eso fue motivo suficiente para que sus enemigos decidieran acallar su voz, pero su lucha y fortaleza no debe quedar en mano, su muerte debe conducir a que se descubra el fondo de la realidad de los hechos que él venía denunciando con coraje y mucho valor ciudadano.
Alfonso Medina fue un luchador incansable por las buenas obras para su barrio y su ciudad, no solo ahora, sino desde hace muchos años, lo cual está registrado en distintas notas periodísticas de EL PILÓN que daban cuenta de su accionar comunitario.
Precisamente, el 24 de junio del año 2013, en sus páginas EL PILÓN destacó como titular periodístico: ‘Alfonso Medina, hipotecó su casa por servir a la comunidad”, también tituló: ‘Alfonso Medina, un forjador en liderazgo comunitario’.
La primera noticia refería que “por la compra de un lote de terreno donde se construye el Megacolegio Villa Haydith, el líder entregó como garantía de pago, su vivienda y la comunidad no le respondió económicamente”.
Esas son unas claras muestras del perfil y talante social que caracterizó a este gran hombre que desde hace más de 30 años llegó a Valledupar proveniente del municipio de Aguachica, aquí se quedó y entregó su vida por las causas sociales.
Era un ebanista bogotano. “Cuando recién llegué a Villa Haydith, luego de haber vivido en Aguachica, residir en el barrio San Jorge de Valledupar, monté mi ebanistería y observaba del sacrificio de los niños estudiantes para llegar a las aulas de clase, quienes debían caminar tres kilómetros para llegar al colegio. A mí eso me partía el alma, por lo que comencé a gestionar ante las autoridades locales para que metieran una ruta hacia ese sector, porque era un sitio muy alejado de la urbe y solo había un camino”, dijo en su momento a EL PILÓN, Alfonso Medina, quien además fue uno de los principales gestores del megacolegio Andrés Escobar, de su sector, donde le rindieron honores fúnebres durante los actos de su despedida final. Paz en su tumba.