Sobre sus dimensiones y utilidad potencial sobra escribir. Aquí lo que vamos a tratar de entender es algo que no va teniendo perdón de Dios. Es, guardando las debidas proporciones, el caso del mendigo que moría de hambre sentado sobre un gran cofre lleno de piezas de oro, siendo que en esta ocasión esas valiosas monedas son una de las represas más grandes del país denominada El Cercado, con aguas del río Ranchería y que almacena 180 millones de metros cúbicos, que cayeron del cielo en una sola temporada invernal gracias al fenómeno de La Niña. Fue algo increíble.
Esa portentosa obra está terminada desde 2010, hasta ahora prácticamente sin mayor utilización, a pesar que desde su nacimiento hasta su desembocadura en el mar Caribe recorre 9 de sus 15 municipios en esa irredenta Guajira y que pueden ser atendidos en sus necesidades de agua para consumo humano sin mayor afectación para la capacidad de suministro y con las ventajas de ser un cauce regulado por la represa.
No sé exactamente cuántos acueductos hay funcionando acudiendo a esa fuente y cuántas hectáreas de riego agrícola se aprovechan esas aguas, pero creo que están muy por debajo de las posibilidades de ese portentoso almacenamiento y, lo peor, gente consumiendo aguas insalubres de jagüeyes.
¿Sí será que tendremos la forma de explicarle a las nuevas generaciones el por qué una obra multipropósito terminada hace catorce años, mediando un notable esfuerzo estatal, hoy en el 2024 es realmente un elefante blanco? Que ha provocado semejante exabrupto y uno piensa en una clase dirigente corta de vista, por decir lo menos, indolente, ajena al futuro, desleal con su pueblo.
El mayor pecado creo que es que esa represa no tiene un dueño, un responsable y termina siendo de todos y de ninguno. ¿Sí será viable crear una empresa estatal -es una propuesta- que se responsabilice de su operación y aprovechamiento? Creo que sí, un organismo administrador, comercializador, que con base en unos objetivos sociales haga crecer la economía.
No hay derecho a que esa situación se prolongue más y en ese exacto sentido llamó la atención del presidente Gustavo Petro para que dé vida a la persona jurídica que se apropie y dedique al adecuado aprovechamiento de esa riqueza inexplotada, pues allí hay almacenada agua para atender todas las necesidades del consumo humano, también para distrito de riego, una modesta pero significativa generación eléctrica y algo de lo cual no he visto mención alguna que es la explotación turística.
Crear ese ente público es la respuesta a la imperdonable desidia frente a esa trascendental iniciativa gubernamental. Es una manera muy efectiva de corregir el rumbo de la historia es hacer futuro desde ahora. Eso nadie lo va a olvidar.
Jaime García Chadid