El sismo de 7,1 grados que sacudió el pasado martes al centro de México, se elevó a 248 tras el avance de las tareas de rescate en los estados de Puebla y Morelos.
El presidente del gobierno mexicano, Enrique Peña Nieto, expresó que el sismo de 7,1 grados es “una dura prueba y muy dolorosa para el país, lamentablemente varias personas han perdido la vida, incluyendo niñas y niños, en centros educativos, edificios y viviendas. Quiero expresar mis condolencias a quienes perdieron un familiar o un ser querido”, dijo el presidente.
Por otra parte el Papa Francisco manifestó su acompañamiento a todo el pueblo mexicano “cercanía y oración a toda la querida población de mexicana” tras el devastador terremoto que ha azotado el martes ese país.
El sumo pontífice invitó a todos los feligreses a orar por los muertos y damnificados del sismo.