Por: Luis Elquis Diaz
El Frente Nacional fue un periodo donde la representatividad estuvo ausente, asimismo el orden público; mientras el Estado mostraba sus debilidades y limitaciones los grupos armados y la amenaza del narcotráfico mantenían un crecimiento constante.
La justicia en 1985 padeció un crimen institucional y de victimas aun sin esclarecer. El narcotráfico permeó las instituciones en su lucha contra la extradición. En 30 años la Nación revivió capítulos perennes que lo acompañan desde el grito de independencia. Con la promulgación de la constitución de 1991 se pretendió amainar el derramamiento de sangre, abrir espacios a todos los pensamientos o ideas políticas, en aras de encarar el futuro en mejores condiciones.
Cesar Gaviria Trujillo, recibe las banderas del inmolado Luis Carlos Galán Sarmiento, en cuerpo ajeno llega a la presidencia de la República de Colombia para el periodo 1990-1994. En el mundo las telecomunicaciones y los fundamentos del Libre Comercio lideraban las novedades. Infortunadamente, el país enfrentaba la rudeza de los carteles del narcotráfico que con tal poderío le declararon la guerra al Estado. Durante el gobierno de Gaviria Trujillo, el país inició a encubar manifestaciones de decrecimiento económico y situaciones sociopolíticas contrarias a los propósitos de la bienvenida al futuro y de naciente carta política.
Ernesto Samper Pizano, bajo los lineamientos del Salto Social gestó su gobierno, para el periodo 1994-1998; sin embargo, sus movimientos paquidérmicos, el proceso 8000 y la memorable frase “todo sucedió a mis espaldas” lo hicieron celebre, el país quedó esperando al menos el salto. Durante este periodo el país continuaba deteriorándose en términos económicos, el libre comercio reflejaba su ofensiva, mientras el gobierno por todas las vías intentaba legitimarse, para desvirtuar que los carteles del Narcotráfico favorecieron su establecimiento. Andrés Pastrana Arango, utilizó el escándalo que arropaba a Samper Pizano para encarrilarse hacia la carrera por la Presidencia de la Republica.
Andrés Pastrana Arango, para el periodo 1998-2002 consigue refrendar el logro conseguido por su padre. Durante el debate electoral Pastrana Arango, tuvo como contrincante a Horacio Serpa Uribe. En la primera vuelta electoral, el santandereano famoso por iterar la frase Mamola resultó vencedor. El momento vislumbraba la victoria absoluta en segunda vuelta, sin embargo, la foto entre Pastrana y Manuel Marulanda alias Tiro Fijo, máximo comandante de las FARC, influenciaron decisivamente en los resultados finales. Será por ello, que decidió bautizar su gobierno como la Gran Alianza para el Cambio. Este gobierno es recordado por el Caguan y la sospecha que hubo co-gobernabilidad.
Con el fracaso del Proceso de Paz escenificado en un área que comprende 42.000 kilómetros, los Departamentos de Caquetá, Meta y Putumayo, emergió Álvaro Uribe Vélez del abismo de los últimos lugares como primera opción para llegar a la Presidencia. Los Capítulos de este gobierno que duro ocho años están frescos como la primavera, la Política de Seguridad Democrática su bandera, ensuciada por los escándalos que salpicaron al gobierno. No obstante continua inmarcesible en su afán por reconquistar el poder, sin dejan entrever que Juan Manuel Santos, recibió una enajenación gubernamental temporal con unos lineamientos claros e inmodificables.
De los expresidentes que hacen parte del periodo de 30 años referenciado, hicieron falta Virgilio Barco (1986-1990) y Belisario Betancur, presidente entre 1982-1986, el primero por respeto a su memoria y el segundo porque está dedicado a la poesía.
Los enfrentamientos entre expresidentes con el Presidente Santos, ratifican la inmadurez política de una nación enquistada por sus problemas, incapacitada para superarlos, deambulante e inconsciente, sin embargo, inexorable para reinventar su propio infortunio en manos de su dirigencia y con la venia del pueblo.