Por Freddy Oñate Acevedo
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A Clara* le asesinaron a su esposo y a dos hijos. En ese entonces él tenía 58 años, y ella 45. “Tuvimos cinco hijos, tres varones y dos mujeres, de los cuales me mataron a los dos mayores”, recuerda con nostalgia mientras toma un poco de aire durante 5 segundos para llenarse de valor y seguir contando su historia.
Esta mujer de 67 años, de cabello grisáceo y piel arrugada, hace parte de las 147 familias que fueron ayer indemnizadas con una reparación simbólica, por haber sido victimas de la guerra interna colombiana, en un acto que tuvo lugar en el patio de la Alcaldía de Valledupar.
Sentada en una silla con la mirada perdida en el horizonte y las manos cruzadas sobre su regazo, esperando que se llevara a cabo el acto en el que le harían entrega del dinero, al cual tiene derecho por ser víctima del conflicto, siguió narrando su tragedia.
La violencia deja cerca de 3 millones 600 mil personas en condición de vulnerabilidad cada año en Colombia. Clara hace parte de ese registro.
“Entraron unos hombres, yo estaba lavando la ropa, cuando una de mis hijas se me acercó y me dijo que habían entrado unos hombres armados a la casa. Yo llegué y tenían a mi esposo arrodillado y a los dos hijos míos, yo les dije a ellos que se llevaran lo que necesitaran y que dejaran a mi esposo y a los niños tranquilos, pero ellos decían que se tenían que ir con ellos a dar plomo por el bien del país, nosotros nos opusimos, entonces ellos lo que hicieron fue echarme para el patio con los tres hijos menores y dejaron a mi esposo y a los dos hijos adentro de la casa. Pasaron como 20 minutos y escuchamos unos disparos; cuando salieron dijeron “eso es pa’ que aprendan a seguir órdenes”, salieron y cuando entramos, ahí estaban ahí tirados en el piso”, contó con la voz entrecortada.
Se le alcanzaron a poner los ojos tristes, y aseguraba que siempre que recuerda esa situación se pone mal, se imagina cómo sería seguir viviendo con cada uno de ellos, tal vez seguirían viviendo ahí, o posiblemente estuviesen en una casa aquí en Valledupar, o que sin importar ante cualquier eventualidad, seguirían juntos.
Según las autoridades, lo más conveniente es que reciban una orientación de la Unidad de Reparación para que encuentren la manera correcta en qué invertir el dinero.
A raíz de ese suceso, Clara llegó a Valledupar hace 10 años a vivir donde una familiar que le abrió las puertas de su casa; desde ese entonces, ella comenta que ha trabajado como empleada doméstica para sacar adelante a sus hijos, sin embargo, comenta que en muchas oportunidades no le dice a sus ‘patrones’ su condición, pues esto podría ocasionar actos de discriminación hacia ella.
“Una vez estaba trabajando haciendo aseo y lavando una ropa en una casa, entonces la patrona me empezó a preguntar que yo qué hacía antes de entrar ahí, que de dónde era, yo le conté lo que había pasado y al día siguiente me dijo que ella ya no contaba con el dinero para pagarme que mejor no fuera a trabajar más”, comentó Clara.
No obstante, Clara asegura que “el dinero no acaba con el sufrimiento” y que ni todo el dinero del mundo será suficiente para devolverle la vida que le arrebataron grupos al margen de la ley a sus seres queridos.
El nombre de la víctima ha sido cambiado para proteger su identidad.
Ley 1448 de 2011
De acuerdo a la Ley 1448 de 2011 se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado en el país.
Según Juanita Ramírez, Directora de la Unidad de Reparación de Víctimas del Cesar, lo mejor es no comentar el valor de la indemnización por cuestiones de seguridad y cuidar la integridad de las víctimas. “Con esto no pretendemos reemplazar el ser querido que se perdió porque eso nunca va a suceder, es decirles a las personas, aquí estamos, no nos hemos olvidado de ustedes”, agregó.
“Tenemos que trabajar por lograr que Colombia tenga la paz, que los grupos al margen de la ley se desmovilicen, si nosotros no logramos esto, el Estado no podrá reparar a las víctimas porque cada día aumenta el numero de víctimas. Necesitamos que en Colombia se respeten los derechos humanos, que el conflicto se humanice pero fundamentalmente se acabe”. Aseguró Juanita Ramírez.
147 personas fueron citadas para la reparación simbólica que se realizó en la alcaldía.