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Renovación ahora más que nunca

En una columna del 23 de abril de 2016 titulada “Réquiem por la moción de censura”, Carlos Holmes Trujillo señaló tajantemente que “lo que el país necesita es un verdadero equilibrio de poderes para que el sueño de rendición de cuentas y el control no sea una fábula constitucional, sino una realidad que le dé credibilidad al sistema”. Sí, es la misma persona que hoy ostenta el cargo de ministro de defensa y que el pasado jueves 22 de octubre le hizo “conejo” a esta figura y al país.

Todo se inició con el contagio la semana pasada de covid-19 de una senadora -curiosamente del partido de gobierno- en una sesión presencial en el Congreso. Inexplicablemente el presidente del Senado tomó la decisión de que el debate de control político al ministro de defensa ya no iba a ser presencial sino virtual; es decir, a escondidas de la opinión pública.

La ausencia absoluta en Colombia de una cultura de responsabilidad política hizo que las mayorías a favor del ministro, desconocieran por completo el fondo del debate para privilegiar la arrogancia de mostrar que son capaces de no someterse al control político. En un hecho sin precedentes, 58 parlamentarios, incluyendo al presidente del Senado, en forma autoritaria y dictatorial, frustraron su desarrollo. Un acto injustificable, que como lo he venido mencionando en mis columnas, confirma aún más el “tufillo dictatorial” que cunde en el gobierno y en su bancada parlamentaria.

Cabe entonces preguntarse: ¿Cuál es la próxima “jugadita” del centro democrático? ¿Cerrar el Congreso? ¿Un golpe de Estado? Según ellos, el país se le iba a entregar al comunismo y a las FARC, pero en realidad está en manos de un grupo político tan antidemocrático como Maduro y su régimen dictatorial criminal.

Ahora que entramos nuevamente en época electoral, están tratando de imponer un nuevo lema “Ojo con el 2022”. ¿Ojo con qué? ¡Ojo con ellos! Ojo con su sed de poder y de volver a nuestro país un estado autoritario, perseguidor y hasta dictatorial.

Nuestra democracia está en peligro en este momento y las elecciones del 2022 serán claves para el futuro de toda una generación. Es necesario informarnos para elegir a quienes buscan el bien común, defienden el interés general y el sentido ético de lo público. Ahora más que nunca necesitamos un giro en la política, la gente exige un cambio, pero la élite política se resiste, anclada en sus privilegios y en creer que el Estado es propiedad privada. Renovación ahora más que nunca.

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Juan Manuel Galan: