Al maestro Juan Esquivel Camargo, natural de Mompox y director, entre otras, de las desaparecidas agrupaciones musicales “Los Trovadores de Barú” y de “Los Piratas de Bocachica”, y quien falleciera en Barranquilla el pasado 27 marzo a la edad de 88 años, tuve la satisfacción de entrevistarlo en dos oportunidades. El primer encuentro se dio en su residencia en Barranquilla el 22 de diciembre de 1994, y el segundo el 25 de ese mismo mes, la entrevista en esta oportunidad le hice por teléfono desde Albania, Guajira, donde residía por esa época.
La razón que me llevó a entrevistarlo se debió a que por ese entonces me encontraba recopilando toda la información comprobatoria pertinente sobre “La Víspera de Año Nuevo” de Tobías Enrique Pumarejo, Don Toba, cuya autoría, entre otros, en primera instancia se le atribuía a Guillermo Buitrago.
Ese 22 de diciembre, según sus cuentas, habían transcurrido 46 años de haberle hecho los arreglos y de haber sido grabado este tema decembrino por “Los Trovadores de Barú”, grabación que se llevó a feliz término, y de un solo envión, en los estudios de Emisora Fuentes de Cartagena bajo el sello Fuentes.
Ese día el Maestro Esquivel rememoró de esta manera los detalles más relevantes acontecidos antes y durante el proceso de grabación:
Una mañana hacia finales del año 48, el señor Antonio Fuentes López, propietario del sello Fuentes, después de presentarle a Guillermo Buitrago, le dice lacónicamente, “vamos a grabar con Buitrago, así que prepara a los muchachos y los arreglos de las canciones a grabar para que esta se lleven a cabo sin contratiempo alguno”.
Después de escuchar cantar a Buitrago “La Víspera de Año Nuevo” y los demás temas seleccionados, el maestro Esquivel empezó a hacer las partituras para la trompeta y el clarinete, no llevándole mucho tiempo su elaboración, en especial, además de su pericia, por tratarse de un excelente cantante como lo era Buitrago y de unas melodías de tanta calidad como lo era el tema mencionado, al igual que las demás canciones listadas.
La grabación se inició en las horas de la tarde, aproximadamente como a las cinco, en razón a que en Cartagena en el horario de oficina el fluido eléctrico presentaba muchos altibajos. El sitio escogido fue la sala de grabación, adaptada para estas ocasiones en los estudios de Emisora Fuentes, ubicada en el sector amurallado.
La agrupación “Los Trovadores de Barú” con la que se grabó el más famoso tema de año nuevo, si no le falló la memoria al maestro Esquivel ya que habían transcurridos muchísimos años, estuvo integrado de la siguiente manera: Juancho Esquivel en el clarinete, su director, Simón Cabarcas en la trompeta, Ángel Fontanilla y Efraín Torres en la Guitarra, José María Crisón en el bajo, Fernando Porto en el bongó, Carlos “Mocho” Rubio en la guacharaca, Carlos Gómez y Remberto Bru coristas y Guillermo Buitrago voz y guitarra. Cabe aclarar que “La Víspera de Año Nuevo” no requirió de coros, pero si fueron requeridos por las demás canciones del repertorio.
Buitrago, que parecía un niño con aspecto retraído, muy delgado y blanco, tal como lo recordaba el maestro Esquivel, ese día, y como lo hacía siempre, vestía de saco y corbata. En esta ocasión el saco que llevaba puesto era de color amarillo, el pantalón azuloso, la camisa blanca y la corbata negra. Se veía elegante, de maneras finas y con la apariencia de un gringo.
Cabe destacar en esta entrevista, la fecha en que con los “Trovadores de Barú” grabaron por primera vez la “Momposina” de José Barros, fecha que vino a colación cuando le pregunté al maestro Esquivel por la fecha de grabación de “La Víspera de Año Nuevo”. Aunque no pudo recordar la fecha exacta, si recordaba con claridad que esta se grabó el mismo año en que grabó la “Momposina”, fecha que en vida no pudo olvidar jamás, porque al día siguiente de su grabación asesinaron en Bogotá al líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. Lo que quiere decir, que la “Momposina” por vez primera se llevó al acetato el 8 de abril de 1948, por lo que está por cumplir 67 años de estar escuchándose no solo a nivel nacional sino internacional, al igual que “La Víspera de Año Nuevo”, que este año, además de cumplir 67 años de haber sido grabada, igualmente, cumple 70 de haber sido creada por Don Toba.
Por los arreglos y las grabaciones de ese día, Antonio Fuentes les dio cinco pesos. No era gran cosa lo que les pagaban por grabar. Después de repartir los pagos entre los integrantes de la agrupación, por lo general, ni para tomarse unos tragos les quedaba. Más que nada los que les quedaba era la satisfacción de haber realizado un trabajo de calidad con el grupo, y por supuesto, perdurable, agrego de mi parte.
El recuerdo que conservo del maestro Juan Esquivel es el de una persona sencilla, amable y bien educada. Parte del éxito de “La Víspera de año nuevo”, como el de las otras canciones que grabó Buitrago con los “Trovadores de Barú”, bajo su dirección, sin lugar a dudas, se debe a sus arreglos y al sabor que le imprimía a su clarinete.
Precisamente, el día que le hice mi primera entrevista el maestro Esquivel se encontraba en su mesa de trabajo haciéndole el mantenimiento de rigor al clarinete de toda su vida, el que a pesar de los años de uso parecía como nuevo.
Sin lugar a dudas, se nos fue un gran arreglista, un gran compositor, un gran personaje, como quien dice, una figura relevante de nuestro folclor caribeño, al que todos los diciembres, desde 1948 y hasta la eternidad, podía decirse, quizás sin exagerar, nos seguirá llenando de alegría con el sabor inigualable de su clarinete, de ese clarinete con el que acompañó los compases y la voz melodiosa de Guillermo Buitrago en ese tema inmortal como lo es “La Víspera de año Nuevo” de Tobías Enrique Pumarejo, y de otros tantos temas más, que suenan sin parar todos los fines de año ¡Que descanse en paz!
Por: Ricardo López Solano