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“Regresé al Binomio el día que mataron a ‘Rafa’”: ‘Pepe’ Jiménez

Leonardo Alvarado/EL PILÓN Un bastón es el fiel acompañante debido a la lesión de cadera que padece.

“’Pepe’, necesito que vuelvas al Binomio de Oro, tu pegas es aquí, esta es tu casa”, fueron apartes de la última conversación que tuvo José María Jiménez Díaz y Rafael Orozco Maestre, un día antes del asesinato del cantante nacido en Becerril, Cesar.

El 10 de junio de 1992 fue intensa la conversación entre ambos, Rafael convenció a ‘Pepe’ para que volviera a la agrupación. Al día siguiente, el hombre tarimero por excelencia viajó a Barranquilla, se instaló en un hotel a las 10:00 de la noche. No dudó en llamar a la casa del cantante para decirle que ya estaba en la capital del Atlántico, sin embargo, al otro lado de la línea estaba la trágica noticia en la voz de Loraine, una de las hijas de Orozco Maestre.

“’Pepe’, a mi papá lo hirieron, a mi papá lo hirieron”, fue el relato de la menor en el inicio de una conversación con el locutor y presentador. Ese diálogo lo recuerda ‘Pepe’ Jiménez como si fuera ayer.
“’Rafa’ me convenció para que volviera al Binomio de Oro, una día antes de ser asesinado me llamó y me puso los pasajes por la Costeña (transporte), recuerdo que fueron 50.000 pesos, llegué a un hotel de la calle Murillo de Barranquilla como a las 10:00 de la noche, a esa hora ya habían matado a Rafael, pero ni yo, ni en el hotel sabían sobre la noticia. La noche en la que lo asesinan, él le celebraba una fiesta a una de sus hijas porque había ganado unas materias y no un quinceañero como decían”, recordó ‘Pepe’ Jiménez.

Esa franja marcó uno de los momentos más dolorosos para uno de los pioneros de la presentación y animador de conjuntos vallenatos. El nombre de José María Jiménez Díaz no es popular en el torno musical, pero cuando hacen referencia a ‘Pepe’ Jiménez, no hay paráfrasis para reconocer a alguien que ganó un nombre en este oficio, que según él, “algunos conjuntos vallenatos lo quieren acabar”.

Tiene su historia macondiana trasladada a las ciudades; su tarjeta profesional la obtuvo por allá en 1968 en Bogotá cuando ser locutor de radio era difícil porque todo profesional del micrófono debía tener autorización del Ministerio de Comunicaciones.

¿Pero, cómo nació su idea de ser locutor? Sentado en una silla de madera ‘Pepe’ contó su historia, apoyado en un bastón que se convirtió en su cómplice, debido a los problemas de columna que padece hace más de 30 años. Tiene dificultad para caminar y sus pasos no coordinan, se moviliza lentamente, pero su voz gruesa y fluida aún la conserva, la misma que un día enloqueció a más de 30.000 personas en el  Madison Square Garden de Nueva York en plena presentación del Binomio de Oro.

“Yo jamás me imaginé ser locutor de radio o presentador de conjuntos vallenatos. Recuerdo que por allá en 1967 existía en Villanueva una caseta que se llamaba La Tijera, yo era mesero, había una señora que se llamaba ‘Meche’ Vega que hacía tamales y los vendía en los bailes, un día se me dio por promocionarlos a través del micrófono”, recordó.

Sus primeros pasos como animador de conjuntos musicales los dio precisamente en Los Roquelinos, una agrupación de música moderna compuesta por ‘Beto’ Murgas, Daniel Celedón, Luis Moya, Óscar Amaya, Pablo Daza, entre otros.

Su pasión fue creciendo y al año siguiente, en la caseta La Canoa, en aquel entonces ubicada frente a una popular cacharrería que quedaba en plena calle 10 de Villanueva, fue el ‘maestro de ceremonia’ en un baile amenizado por Egidio Cuadrado.

“Mis primeros pininos fueron con Los Roquelinos, Egidio Cuadrado y con la agrupación de Norberto Romero, recuerdo mucho las épocas de precarnavales y nos pagaban con vales, otras veces me rebuscaba perifoneando en el pueblo, luego viajé a Barranquilla en busca de mejores oportunidades de trabajo. Me dieron la oportunidad en Radio Piloto y hacía turnos en la madrugada, en la primera semana no me dieron chance de nada, pero poco a poco me iban aflojando el micrófono y me fui metiendo, paralelamente trabajaba como archivador en la Librería Nacional en el centro de la ciudad, allí me ganaba 110.000 pesos”, remembró ‘Pepe’ Jiménez.

En 1969 viajó a Bogotá en donde aprobó todos los exámenes para su tarjeta profesional: allí puso en práctica todos sus conocimientos empíricos para alcanzar su reconocimiento legal como locutor de radio ante el Ministerio de Comunicaciones. “Para ganarme la licencia me hicieron muchos exámenes, entre ellos leer noticias. Me ayudó mucho el hecho de practicar y leer noticias de periódicos debajo de los árboles de mango en mi casa en el barrio Las Delicias de Villanueva, leía como si estuviera en radio, en Bogotá me conocí con Julio de la Rosa, luego ingresé a La Voz de Colombia en donde leía los comerciales y transmitía los goles en simultanea del fútbol colombiano”, dijo el locutor.

Su primer trabajo en la radio vallenata fue en Radio Reloj en donde dirigió un programa musical y cultivo una estrecha amistad con Tomás Alfonso Zuleta. “Yo duré seis años animándole a ‘Poncho’ y también trabajaba en Radio Reloj, alquilé un espacio que se llamaba Noches Vallenatas. En 1977 entré al Binomio de Oro, luego salí por unas diferencias con Israel, pero en 1992 Rafael me llamó nuevamente, pero no alcancé a trabajar nuevamente con él porque lo mataron. Ahí estuve hasta el 2007”.

Su carrera como animador de conjuntos musicales lo llevó a integrar grandes agrupaciones como aquella pareja fugaz de ‘Beto’ Villa e Iván Villazón, La Compañía, producción musical de la que asegura “es el mejor trabajo musical que he escuchado”.

Las huellas

Una de las anécdotas imborrables para ‘Pepe’ Jiménez es aquella cuando ingresó a un estudio de grabación en Bogotá en donde ‘Poncho’ Zuleta realizaba un trabajo musical. El Pulmón de Oro le dijo “Caramba Pepe”, como queriendo recriminarle por la imprudencia al entrar sin tocar la puerta en plena grabación. Posteriormente esa frase se inmortalizó en la canción Carmen Díaz.

Precisamente el remoquete de Pulmón de Oro se lo colocó ‘Pepe’ Jiménez, en una de sus correrías musicales al lado de Emiliano Zuleta, sin embargo, hoy el hombre de radio y tarimas musicales asegura que “el oficio de animador lo quieren desaparecer, hoy en día el presentador es tan importante como el cantante y en eso se están equivocando muchas agrupaciones”.

En la actualidad integra la agrupación musical Las Glorias del Vallenato de la Casa de la Cultura de Valledupar.

“A mí me operaron mal de la cadera y por eso hoy tengo dificultad para caminar. Un médico me dijo que siempre iba a sufrir de esto porque tenía rota la cabeza del fémur”: ‘Pepe’ Jiménez.

En la actualidad integra la agrupación musical Las Glorias del Vallenato de la Casa de la Cultura de Valledupar.

Nibaldo Bustamante/EL PILÓN

 

 

Categories: Crónica
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