Nuestra lucha regional busca el cierre de las brechas económicas y sociales cada vez más profundas. La ley de regalías es una oportunidad para lograr mejoras en los indicadores de desarrollo social. Debemos tener un manejo directo y cercano de decisiones y solución de problemas desde las mismas regiones.
La lucha ha sido por una descentralización real en materia de competencias, responsabilidades y recursos. Algo se avanzó en el Plan de Desarrollo del actual Gobierno, también en la Ley de Regiones que se aprobó de común acuerdo con los Gobiernos Regionales y el Congreso de la República, y ahora debe funcionar la Misión de Descentralización por 18 meses.
Las regalías no son un regalo. Según la RAE, es una participación en los ingresos que se paga al propietario de un derecho. Es una contraprestación económica por uso de una propiedad. En la Constituyente del año 91, liderado por Juan B Fernández, se hizo el gran cambio de una palabra que permite que todos los Entes Territoriales participen por igual de las regalías. El artículo 332 indica qué todo el Estado es propietario del subsuelo, modificando la Constitución anterior que era solo la nación.
La Ley de Regalías supera la inequidad con los municipios productores a partir del año 2.021. Los departamentos aprobarán directamente los proyectos sin pasar por los OCAD regionales. Pero, los departamentos pierden la Secretaría Técnica entregándosela al DNP en el año 2021, recentralizando las decisiones sobre las regalías. El Gobierno Central controlará aún más todo el sistema y competirá con los gobiernos locales sobre el 50 % de los recursos de regalías con sus proyectos propios.
Las regiones RAP constituidas podrán presentar de manera directa proyectos de impacto regional, de común acuerdo podrán hacerlo los gobernadores como lo establece la Ley de Regiones.
Para el año 2018 – 2019 el presupuesto de regalías fue el 1.5 % del PIB, el presupuesto operativo del Ministerio de Hacienda representa el 15 % del PIB y el de inversiones llega un 4 % del PIB. Estas cifras indican que las regalías no son un porcentaje significativo en el Presupuesto General de la Nación y sí lo son para los entes territoriales. La Región Caribe por ejemplo, ha invertido $6.7 billones de los cuales $5.6 billones son del Sistema General de Regalías regionales. El OCAD Caribe se ha reunido 91 veces desde el año 2012, ha aprobado 342 proyectos.
El gobierno dispone de otros ingresos para financiar sus proyectos sin necesidad de disputar las regalías a los departamentos, ahora más afectados por la pandemia, manejando solo 50 % de regalías desde el 2.021. Se ha experimentado también lentitud e ineficacia en los OCAD PAZ y los OCAD de ciencia y tecnología.
En pasada tertulia de Benedetti con el presidente la República insistimos en la importancia de instalar la Misión de Descentralización que se aprobó en la Ley de Regiones, y avanzar su proceso de reglamentación. El Presidente reiteró su compromiso de fortalecer la estructura novedosa de Región con sus propios Planes de Desarrollo Regional. Manifestó su complacencia de que las RAP puedan presentar proyectos.
Anuncio también una comisión de expertos en finanzas territoriales para estudiar las reformas necesarias en la generación de recursos. Indicó que hay que fortalecer la inversión regional, y no quitarles recursos, y no ponerles trabas. El Gobierno nacional debe ser promotor del sueño de la Autonomía Regional.