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Regalías mineras gana-gana: no existe la receta mágica, pero se prepara

Desde sus prioridades, Colombia solo invierte en investigación y desarrollo: 0,24% del PIB según la UNESCO.

La demanda mundial de minerales estratégicos es insoslayable “Blog minería sin escape, El Espectador”. Me refiero: al cobre, oro, cobalto, molibdeno, níquel entre otros. 

Hablar de mineral estratégico, es referirse aquellos minerales que después de ser usados por décadas, pueden reciclarse hasta un 99%. Los combustibles fósiles no son considerados minerales estratégicos, al menos que las economías ricas en estos recursos, migren (se les hace tarde) a desarrollar conocimiento alrededor de ellos, con la participación activa de la academia, centros de investigación, gremios de la minería, empresas mineras y la institucional. 

Desde sus prioridades, Colombia solo invierte en investigación y desarrollo: 0,24% del PIB según la UNESCO, es el décimo de toda América Latina y el Caribe (ALC), una décima parte del porcentaje promedio de la OCDE. 

Dicha demanda de minerales, está generando mucho desasosiego y desconfianza por parte de todos los actores involucrados en temas legales, sociales, ambientales, técnicos y de recaudación (impuestos y regalías). 

El sistema actual de regalías mineras en el mundo, viene ajustando esa receta que necesita lograr credibilidad, estabilidad y confianza, para enviar el mensaje gana-gana.

MEDIDAS EN AUSTRALIA

Australia, la economía minera por excelencia, ajusta de manera progresiva las regalías mineras al carbón térmico “Progressive Royalty”, a partir del 1 de julio de 2022. La medida busca compensar de manera equitativa ese recaudo que no es real frente a las alzas que ha venido favoreciendo recientemente a las empresas con los valores históricos del precio del carbón en más de A$500 (dólares australianos). 

Los nuevos porcentajes de las regalías en el carbón térmico en dólares australianos serán: del 20% para los precios superiores a A$175, del 30% para los precios superiores a A$225, y un nivel del 40% que se aplicaría cuando los precios superen los A$300. 

“Por ejemplo, si los precios del carbón son de A$302 dólares australianos por tonelada, un precio muy alto según los estándares habituales, el nivel del 40% sólo se aplicará a la parte de A$2 dólares en adelante”. Fuente: New progressive royalties for record Queensland coal prices, Queensland Government.

Finalmente, el experto australiano afirma que, el nuevo régimen progresivo de regalías, minimizará el impacto en la industria del carbón.

Australia es un  experimento a tener en cuenta para calcular las regalías mineras.

ALGUNOS CÁLCULOS 

Es claro anotar, en las regalías mineras no existe una receta única “mágica”. Y dentro de los errores que se cometen en el cálculo de este cobro, es cuando se toma como guía, el porcentaje de la regalía que cobra un país sobre el mismo mineral que se quiere causar, tomando como argumento, ese mismo porcentaje que ejercen estos países vecinos que se encuentran en el mismo continente. 

Algunas veces, se revisa fuera de nuestro entorno ese porcentaje, caso: EE.UU., Canadá y del otro lado, Australia, las economías nórdicas entre otros.

¿Y POR QUÉ ES UN GRAVE ERROR?

Si se analiza el caso actual de las regalías mineras en América Latina y el Caribe (ALC), son una copia y pegue. Los modelos son muy parecidos en el porcentaje de cobro sobre los minerales, ya sea metálicos y no metálicos.

Como vemos, la formula queda corta y sin sustento legal, técnico, social, económico, y ambiental alguno, tal vez, no queremos salir de esos mismos valores, es tanto, los países para ser más atractivo a la inversión extranjera directa (IED), terminan cobrando los mismos porcentajes o hasta menos, pero, sumado a grandes gabelas tributarias que, al final, generan un sin sabor en la sociedad y los retos de esa compensación, donde las empresas sacan los recursos naturales no renovables al gratín, como se dice coloquialmente. 

¿Y AHORA, QUÉ SE DEBE HACER?

Es importante aclarar que, las regalías mineras son una contraprestación que debe pagar la empresa por el permiso para ejercer un derecho, y de esta manera, aprovechar ese recurso debajo o por encima del subsuelo (acopios, botaderos entre otros). Y frente a la demanda y al déficit que se avecina al 2030 por la escasez de cobre para la electrificación mundial, siendo América Latina y el Caribe uno de los mayores proveedores de este mineral, necesita de manera inmediata, ajustar los modelos de regalías actuales. 

Tenemos que partir de la premisa “se trata de un recurso natural no renovable”, es un tema muy delicado.

A continuación, se propone el Modelo del Instituto Sustenable (Canadá) “Gana-Gana con las Regalías”, el cual permite calcular, el porcentaje de las regalías mineras, basado en los siguientes factores, algunos son endémicos:

  1. Estabilidad jurídica sólida con visión periférica vs información primaria y secundaria de fácil acceso (debe ser rigurosa “lo más avanzada posible”, transparente por parte del Estado a los futuros inversionistas). Modelo: Saskatchewan, Canadá, No 1 de esta economía y el segundo lugar más atractivo de todo el planeta para hacer minería.
  2. Tener sabiduría para escoger el mejor aliado “empresa”. Ojo: no es el que se arrodilla primero, primero se confiesa. Letal error de ALC por mostrar resultados inmediatos.
  3. Localización geográfica del yacimiento o depósito. Por ejemplo: local, caso departamentos Boyacá y Cesar. Ámbito global, Australia-Colombia.
  4. Calidades y complejidad estructural-profundidad del depósito.
  5. Mano de obra calificada y no calificada alrededor del proyecto.
  6. Infraestructura y tecnología existente.
  7. Manufactura y sus tres tipos: a) producto próximo al mercado, b) en cualquier lugar y c) insumos cercanos “materia prima”.
  8. Conocimiento y desarrollo alrededor del depósito: universidades, centros tecnológicos (caso Australia minero vs Colombia no minero).
  9. Tamaño del proyecto, costo de producción.
  10. Compensación ambiental y social. Cierre y post-cierre minero (a perpetuidad). Estado actual de las zonas directas e indirectas (necesidades básicas insatisfechas “NBI”).
  11.  Fenceline “línea de demarcación” para evitar el efecto NIMBY (not in my back yard), el síndrome del patio trasero.

A partir de estos once factores se inicia la identificación, diseño y construcción e implementación de un sistema de regalías gana-gana.

*Inscrita en la Dirección Nacional de Derechos de Autor, Ministerio del Interior (Colombia). No Radicación: 1-2022-59749

POR JUAN DANIEL ÁNGULO ARGOTE/ESPECIAL PARA EL PILÓN

Categories: Análisis
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