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Reflexiones y balances sobre el 43º Festival

Concluido el Cuadragésimo Tercer Festival de la Leyenda Vallenata consideramos necesario y conveniente realizar una serie de balances y reflexiones sobre esta fiesta nacional que ya tiene, sin lugar a dudas, trascendencia internacional y se ha convertido en un fenómeno cultural, musical y comercial, en el mejor sentido del término.

Y estas reflexiones y balances las debemos realizar todos, la misma Fundación del Festival, las autoridades civiles y militares, los acordeoneros, músicos y compositores; como también los comerciantes, los hoteleros, los empresarios y la ciudadanía, en general, y hasta los periodistas y medios de comunicación, con el fin de detectar los aspectos en los cuales se presentaron errores y fallas y revisarlos, para hacer los ajustes del caso.

Comencemos, con el tema de la seguridad; a pesar de que los resultados, en general, son positivos, tanto el Ejército como la Policía Nacional deben hacer un balance interno, inclusive, reservado, sobre el comportamiento de la ciudadanía y sobre la comisión de delitos que se hubieren presentado en los distintos escenarios. Por ejemplo, tenemos reportados algunos  casos de los llamados cosquilleos, robos menores, etc. Aún no hay un balance sobre las peleas, homicidios, etc, pero en términos generales tenemos información de que el balance es aceptable.

Además, es de destacar que se pudo atender a un miles de turistas y visitantes,  y a un buen número de empresarios y políticos de primer nivel, incluyendo expresidentes y candidatos a la Presidencia de la República,  que requirieron de operativos especiales de seguridad y – en general- las cosas se desarrollaron con normalidad.

En segundo término, en el aspecto económico, consideramos necesario realizar un estudio sobre el impacto que tiene el evento en la ciudad y la región, en todos los sectores: comercio, artesanías, hotelería, gastronomía, transporte, sector financiero, etc, para determinar la importancia que tiene el Festival en la economía de miles de familia para quienes finales de abril es la mejor época económica del año.

En este sentido, sugerimos a la Fundación estudiar la posibilidad de realizar eventos musicales como conciertos con figuras locales, nacionales e internacionales a mitad y a fin de año con el fin de convertir a Valledupar en un destino turístico alternativo, desde el punto de vista cultural y musical, en esas temporadas de vacaciones.

Adicionalmente, vemos necesario realizar unas campañas dirigidas a toda la ciudadanía, pero principalmente a los taxistas, comerciantes informales y otros sectores específicos, sobre la urgencia de mejorar la cultura de atención al cliente, tratar con amabilidad al turista y al visitante, en general, teniendo en cuenta que el evento cada día atrae a más gente que le deja importantes recursos a la región y que sirven para posicionar, voz a voz, a Valledupar como una ciudad hospitalaria y adecuada para la parranda y la diversión sana y segura.

En el aspecto estrictamente musical, los directivos de la Fundación son los primeros llamados a estudiar y evaluar los cambios del caso;  no obstante se podría analizar y reducir el número de participantes, realizando antes un proceso de pre-selección que se podría desarrollar unas semanas antes del Festival.

En el caso del concurso para la categoría infantil, en los cuales se presentaron algunos casos de desmayos, sería bueno considerar otros escenarios donde haga menos calor, teniendo en cuenta lo duro que son estas rondas eliminatorias para los más pequeños.

Es bueno insistir en establecer en los colegios públicos y privados del departamento del Cesar, la cátedra de apreciación musical, con énfasis en la música vallenata, esencia de nuestra cultura y folclor. Además, aprovechar la propuesta del Presidente Uribe el día de a inauguración para establecer en la UPC y en otras universidades de la región estudios superiores, como licenciaturas, especializaciones y maestrías en música, también con énfasis en la música vallenata.
Felicitaciones a todos los ganadores, y en especial al Rey 2010, el joven Luis Eduardo Daza Maestre; al destacado acordeonero, Manuel Vega Vásquez, quien ocupó el segundo lugar, y al tercero, Julián Ricardo Mojica Galviz. Igualmente, felicitaciones para los ganadores en la categoría aficionado, Carlos Torres Arroyo; en infantil, José Gustavo Gómez Molina, en la canción inédita, Alfonso Cotes Junior, y en la piqueria a Rubén Dario Ariza, y también a los ganadores en el baile de el pilón.

Insistimos en nuestra tesis que el desarrollo y buen éxito del Festival depende de una serie de factores, algunos de los cuales no son del resorte de la Fundación, y que todos debemos contribuir a que el próximo festival, es decir el de 2011 sea mejor que el acaba de concluir.

Categories: Editorial
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