Fueron divulgados esta semana los resultados del Segundo Informe sobre Calidad de Vida en Valledupar, por el Programa “Valledupar Cómo Vamos” que muestran un panorama preocupante en muchos aspectos de la ciudad y que deben llamar la atención de las autoridades y de la ciudadanía, en general.
El estudio toca muchos aspectos de la situación de la ciudad, en este primer comentario nos referiremos a la situación de inseguridad, pobreza, salud, educación y servicios públicos.
En materia de seguridad, es preocupante la tasa de suicidios y también la tasa de homicidios, que es de 30 por cada cien mil habitantes en la capital del Cesar. Es una tasa que no es comparable con lo que sucede en Medellín, Cali o Bogotá, pero está por encima de la tasa promedio nacional y es un referente para tener en cuenta y seguir trabajando en mejorar las políticas en materia de seguridad y particularmente las de prevención y lucha contra la violencia y los homicidios.
En los temas de pobreza e indigencia también son preocupantes las cifras que presenta Valledupar, aunque estas muestren una disminución en el periodo analizado. En efecto, en 2010 la pobreza por ingresos presentaba una tasa de 42 por ciento, en 2011 esta bajó 36%. No obstante, esta reducción se debe a un cambio en la metodología de cálculo del problema, utilizada por el Dane. En este sentido, el mensaje sigue siendo claro: Valledupar es una ciudad con una alta población en condiciones de pobreza e indigencia, y eso requiere políticas públicas del Estado, en todos sus niveles, incluyendo, por supuesto, al Municipio.
En materia de salud, la ciudad presenta una alta cobertura, inclusive por encima de su población; esto se debe a que Valledupar es un centro de atención hospitalaria al que llegan personas del sur de la Guajira, sur del Magdalena y del centro y sur del Cesar. La ciudad debe hacer un esfuerzo para mejorar su oferta hospitalaria y de servicios de salud; en algunos de estos se presentan problemas de calidad, propios de la crisis del sistema en todo el país.
Es preocupante, según las cifras de Valledupar Cómo Vamos, el aumento de los casos de sida y de algunos tipos de cáncer, algunos de los cuales están por encima de las tasas nacionales.
En materia de servicios públicos hay también una señal de alarma; es lo que está ocurriendo, según “Valledupar Cómo Vamos”, con el agua que llega a la planta de tratamiento de Emdupar. El agua que está llegando para la ciudad está sufriendo un proceso de deterioro, aumento de su acidez, como consecuencia del uso de pesticidas y otros químicos por cultivos en la zona norte de Valledupar y de influencia sobre el Río Guatapurí. Los niveles de estas sustancias son altos y no se alcanzan a tratar con los procesos que hoy realiza la empresa. Emdupar debe responder a estos interrogantes, tenemos problemas con la calidad del agua de Valledupar. En la evaluación de los otros servicios públicos, acueducto, electricidad, gas y telefonía los indicadores son aceptables.
Y siguiendo con los temas sociales; el mensaje más preocupante de los resultados presentados por “Valledupar Cómo Vamos” están en el área de educación. La ciudad presenta buenas cifras en materia de cobertura en educación básica, pero serios problemas en calidad, según los resultados de las pruebas Saber y del mismo Icfes. Este es un asunto trascendental, al cual nos habíamos referidos, recientemente, en una nota editorial.
No basta con tener megacolegios y aumentar la cobertura, si no se mejora la calidad, la formación de los docentes y el tiempo que estos deben dedicar a la cátedra. Este es un tema que amerita un debate en el Concejo municipal y una mirada cuidadosa de toda la ciudadanía; debemos revisar qué tipo de niños y jóvenes estamos formando, se requiere una educación buena e integral y esta incluye el tema de los valores, para gente que va a engrosar mercados laborales cada vez más competitivos.
Estos resultados fueron presentados por el coordinador del Programa “Valledupar Cómo Vamos”, el economista José Gregorio Díaz Calderón, ante un grupo de invitados especiales y algunas autoridades, entre estas el Alcalde Freddys Socarrás Reales, y parte de su equipo, en un acto realizado en el Hotel Sicarare.
Estos resultados y las tendencias que muestra el Segundo Informe sobre Calidad de Vida en Valledupar, deberían servir como elemento de análisis y alimentar la toma de decisiones del gobierno municipal y de gremios, empresarios y otros sectores de la ciudad. En otro comentario, por razones metodológicas, nos referiremos a los asuntos económicos y empresariales, cuantificados entre 2009 y 2011.